Un fantasma

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No quería sentirse como un colegial ilusionado con una historia que acababa de empezar y no tenía la seguridad de si continuaría o no, pero tampoco podía evitarlo, no había dejado de pensar en Francisco ni un solo momento, cada vez que cerraba los ojos recordaba sus besos y su sonrisa, su figura paseando por su casa, sus piernas aferradas a su cuerpo y su risa que parecía contagiosa.

Sin embargo había desistido de escribirle porque no quería pasar por desesperado, necesitaba bajar la ansiedad y permitir que las cosas fluyan.

La próxima vez que se volvieron a ver fue en la iglesia, después de su reunión una vez que todos se habían ido.

Encontró a Francisco acomodando las cosas en el atril de su padre, pues esa misma noche había misa.

Esteban se acercó a él y de la forma más escurridiza que pudo lo tomó de la cintura.

Fran sonrió mientras Esteban se podía justo delante suyo, aún abrazandolo, dejandole un suave y delicado beso en sus labios.

-estuve todo el día pensando en vos-le confesó, besandole la garganta

-yo también-le aseguró Fran con sus manos en sus hombros

-¿ah si? ¿y que pensabas?-preguntó mirandolo

-cosas lindas-respondió Fran mirandole la boca. Esteban intentó besarlo, pero él no se lo permitió-acá no

-estamos solos...

-nunca estamos solos

-¿estás hablando de dios?-preguntó Esteban mirando el enorme crucifijo delante de ellos

-no te burles, yo soy creyente

Esteban no se burlaba, si Francisco quería que él fuese creyente probablemente lo haría

-¿hacemos algo está noche?

-puede ser-le dijo coqueto

ambos se separaron a tiempo,justo antes de que dos miembros de la Iglesia entraran en ella.
acordaron encontrarse más tarde y cenar juntos y de allí a un bar.

●●●

Esteban había planteado mucho el tema del bar, no había vuelto a uno desde que lo hacia a diario y ahora se sentía extraño.

Fran tomó su mano al entrar, encontrándose ambos con un mar intenso de gente, música alta y luces irritantes.

-hace muchísimo no entro a un antro así-le susurró al oído

-¿fue una mala idea? podemos ir a tu casa, te invitaría a la mia pero esta junto a la de mis padres...

-no,nos quedamos-le aseguró. no sabía si le había bien pero necesitaba demostrarle que era una persona normal.

Pasaron un tiempo allí bebiendo gaseosas, fumando y viendo a la gente ir y venir.

-no se me ocurre como haría alguien para pasarla bien acá sin alcohol encima-comentó Esteban -de seguro así empecé

-no es necesario tomar para pasarla bien-le aseguró Fran abrazandolo, él tomaba alcohol en contadas ocasiones y se divertía igual

-vos podes tomar

-no, no voy a hacer eso

-no me molesta

-si,pero yo...

-¿Esteban?-preguntó alguien a sus espaldas

al voltear, Esteban se encontró con un viejo amigo de fiestas.

-hola, Martin-saludó avergonzado

-¡tanto tiempo! no te vi más

-dejé de salir

Fran podía notar la tensión. se preguntó si el tal Martín sería un ex o algo asi, pero parecía otra cosa

-vamos, te invito un vinito

-él no toma más-se adelantó Fran. sentía que esta persona, sea quién sea, parecía una mala influencia, tanta que Esteban parecía incapaz de negarse

-¿en serio?

-s...si, la dejé

-uh mal ahi, que aburrido

-Estebi, vamos-susurró Fran tomando su mano

Atravesaron el mar de gente de nuevo y llegaron a la calle.
caminaron unas cortas calles hasta un parque que tenía un pequeño lago artificial en medio y se sentaron a sus orillas, junto a otras personas.

-lamento lo que pasó, capaz no estoy listo aún, encontrarme con gente de mi pasado de borrachin no puede ser bueno...

-no te llames asi-lo retó Fran-creo que sos muy valiente y estas haciendo muchos esfuerzos, vamos a mantenernos lejos de los bares

Esteban se recostó en el pasto y él lo imitó, quedando frente a frente

-no hay un solo dia que no extrañe tomar-dijo cerrando los ojos de la verguenza-no lo hago, no voy a hacerlo, pero lo extraño tanto...

-lo estas haciendo bien-le aseguró Fran acariciando su cara-y yo estoy acá para apoyarte

-sos demasiado lindo-le dijo él dejandose acariciar sin abrir los ojos-creo que me volví loco por vos

Fran se acomodó entre sus brazos y lo abrazó también

-me encantas-le dijo él-y yo estoy acá.

Pasaron esa madrugada besándose en el parque,sintiéndose de alguna forma unidos por algo invisible y eterno.

Los doce pasos: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨حيث تعيش القصص. اكتشف الآن