GREG

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Hoy había Sido un terrible día, de los peores.

Steven había tenido un mal día, lo que significaba que Greg también lo tendría.

Pero su día había comenzado tan bien, se hizo su desayuno favorito y comió viendo una divertida película, hoy sí tuvo ganas de salir de la casa y fue a caminar por la playa. Sumergir los pies en el mar había sido lo más relajante que había hecho en mucho tiempo, recolectó conchitas y formó un collar con ellas, se encontró con unas gemas que no conocía Pero igual se puso a charlar con ellas.

Así pasó toda la tarde hablando alegremente con esas gemas, enseñándoles a hacer collares y contándoles el significado de cada conchita.

Regresó a casa bastante de buen humor, al llegar Amatista estaba ahí y lo invitó a ver un poco de las cintas del "Mayordimoto" y aceptó. Pasaron otro par de horas riendo por los episodios de esa particular serie, comiendo chucherías y divirtiéndose como en los viejos tiempos.

De repente llegó Steven y todo el buen ambiente cambió, o al menos para Greg.

-¡Hey, Steven!- dijo Amatista alegre - ¿Irás a la fiesta de hoy?

- No - respondió de mala gana.

- ohhhh ¿El chico tuvo un mal día?- se burló Amatista - Pues yo ya me voy, no pienso perderme la mejor fiesta del mes, todas las gemas estarán ahí.

Ella se levantó y caminó a la puerta.

-¿Vienes Greg?- Preguntó.

Greg quería decirle que sí, no porque realmente tuviera ganas de ir, sino porque no quería quedarse solo con Steven. Pero al ver la mirada que le dió su hijo supo la respuesta.

- No, me quedaré - respondió.

- Ustedes se lo pierden - dijo Amatista saliendo de la casa.

Greg tragó grueso, ahora estaría solo con Steven por muchas horas, y parecía que el adolescente no estaba de buen humor.

- ¿Por qué todos son tan inútiles?- dijo Steven, sacando una soda de la nevera - ¿No saben hacer nada bien? Siempre es Steven esto, Steven aquello.

El joven se sentó en el sofá al lado de su padre, Greg se puso rígido como tronco, siempre que está cerca de su hijo un estado de alerta se enciende en él.

-¿Por qué siempre tengo que solucionar los problemas de los demás? - Steven se quejó mientras bebía de su soda.

Greg no contestó, ya casi nunca hablaba, no con Steven, y aunque le duela admitir se ha aislado de los demás también.

- A veces creo que soy el único de esas estúpidas gemas que tiene algo de sentido común -

Greg vió algo gracioso la ironía e hipocresía de su hijo, si el resto de la ciudad y del planeta madre supieran que el dulce Steven en realidad odia convivir con ellos, quién sabe cómo reaccionarian.

- Ni siquiera les importo yo, solo quieren lo que puedo darles - Steven aplastó la lata de soda en su mano, Greg se estremeció.

No le gustaba recordar la enorme fuerza que tenía Steven, le hacía sentirse aún más vulnerable.

- Pero en fin - dijo Steven, poniendo una mano sobre el muslo de su padre - Al menos puedo relajarme ahora.

Greg hizo una mueca de asco, le era repugnante cada toque, cada caricia y cada palabra lujuriosa que su hijo le dedicaba. Steven notó esa cara de repugnancia hacia él, y para nada le gustó.

-¿Qué? ¿Ahora tú también vas a dejarme?-

Greg lo miró confundido.

- No te hagas el inocente, eres como todos los demás - Steven se levantó y miró amenazante a su padre - Solo finges que te agrado pero en el fondo no te importo ni una mierda.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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