the start of the war

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Suspire aliviada cuando terminó elentrenamiento, había sido el primer entrenamiento con los dos senseis, hice una apuesta con bert y si en menos de una semana no se pelean a muerte, le deberé diez dólares

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Suspire aliviada cuando terminó el
entrenamiento, había sido el primer entrenamiento con los dos senseis, hice una apuesta con bert y si en menos de una semana no se pelean a muerte, le deberé diez dólares.

Salude con una sonrisa a los chicos y camine fuera del lugar, encontrándome con Miguel y mi padre—¿Nos vamos?—preguntó el rubio mientras se subía al vehículo. Yo me acerque a la ventana del copiloto.

—De hecho Ann me recogerá—sonreí y ambos fruncieron el ceño—Le volvieron a dar la licencia de estudiante.

—¿Te vuelven a dar tu licencia estudiantil luego de un accidente?—preguntó Miguel confundido y Johnny rió.

—Luego de algunos sobornos si—negó con una sonrisa y ambos nos vimos confundidos—Bien, dile a esa niña que mire a ambos lados, si no, que esquive a los policías.

Asentí con una sonrisa y Miguel negó, ambos se marcharon y espere pacientemente, un lindo mercedes frenó torpemente junto a mi, y el
vidrio bajó lentamente mostrándome a la rubia con anteojos de sol—¿Que tal, chica?—rodee los ojos—¿Como van tus clases de taekwondo?

—Karate—corregí al subirme al vehículo—Van bien, Johnny y su novio aún tienen sus diferencias. ¿A donde iremos?

—Al centro comercial, tengo que recoger a mi hermano—aceleró y yo me coloque rápidamente el cinturón de seguridad—Podríamos comer algo.

—Claro—asentí mientras colocaba música.

Durante todo el camino escuchamos canciones de taylor swift y, afortunadamente, llegamos vivas al centro comercial. Caminamos hasta llegar a Starbucks—¿Podrías ir a buscar a Walker?—fruncí el ceño—Mientras yo hago fila.

Asentí mientras me dirigía hacia Mcdonald's. Entrecerré los ojos mientras intentaba encontrar aquel rubio, pero una papa frita me golpeó en el ojo. Comencé a ver enfadada hacia todos lados, topándome con un grupo de idiotas.

—Larusso—susurre mientras me acercaba.

Él reía junto a su grupo de amigos los cuales me observaban burlones, al ver que me aproximaba a ellos, aclararon sus gargantas, desviando la mirada.

—¿Se te ofrece algo?—preguntó Thompson en mi dirección con una sonrisa.

—Tu cierra la boca cabello de alambre—solté enfadada, sus amigos estallaron en risas mientras él me observaba con las mejillas rojas de furia.

—Tranquila, es solo una papa—soltó Larusso.

Suspire intentando mantener la calma—¡Cameron!—oí a lo lejos, Walker se acercaba a mi con una sonrisa.

—¿Ya te puedes ir? No porque mi padre y el idiota de Johnny estén bien, no significa que te me acerques.

Bien, aquí vamos. Tomé su vaso de coca cola y lo vertí en su cabeza lentamente, el abrió la boca sorprendido y yo le arrojé el vaso a uno de sus amigos en la cara—Tienes razón, adiós.

Camine contenta hacia el de rizos el cual me observó extrañado—¿Esta vez porqué?—subí los hombros y el rodó los ojos—¿Bien, donde está mi hermana?





















































Salude a los mellizos antes de entrar a Reseda, camine tarareando una canción, estaba realmente contenta ¿Porqué? por la venganza. Tal vez tener a Kreese de sensei durante unos meses me arruinó la mente, pero, la violencia se soluciona con violencia, o eso me enseñó johnny.

Al llegar al departamento abrí la puerta—Pa, no sabes lo que le hice al estúpido de...—calle de inmediato al ver a Daniel Larusso sentado en mi sillón junto a mi padre, bebiendo cervezas—Hey Daniel—salude nerviosa.

—Hola Cameron—sonrió incómodo y mi padre rodó los ojos.

—Vi a su hijo en el centro comercial—comenté mientras sacaba unas fresas del refrigerador, luego, me dirigí hacia mi habitación—Envíale un saludo.

—Claro—asintió y camine hacia mi habitación con una sonrisa burlona.

Hacia demasiado tiempo que no reaccionaba de la manera en la que reaccioné hoy en el centro comercial, el grupo de idiotas solían burlarse bastante, a pesar de que nunca me quede callada, eso no bastaba.

Conocía a Anthony, hoy iniciaría una guerra, el va a dar pelea, pero, para su mala suerte, es algo que se me da muy bien.

hey larusso! anthony larussoWhere stories live. Discover now