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Advertencia: Claustrofobia

(...)

Eran las siete de la mañana, Draco se había despertado después (sorprendentemente) que Harry. Aunque el azabache no estaba por ningún lado; se le hizo demasiado raro al Slytherin, puesto que el adverso siempre lo despierta o le avisa que se irá.

No le tomó demasiada importancia y se fue al baño para tomarse la ducha de agua fría para despertarse un poco más de lo que ya estaba.

Se vistió y salió de la escondida habitación, yéndose al comedor. Allí, se encontró con Granger y Weasley, a lo que, con mucho esfuerzo, fue hacia la mesa Gryffindor y le preguntó a Hermione dónde estaba Harry; porque, por supuesto, jamás iniciaría un diálogo con un Weasley.

"No sé dónde está Harry. Se supone que ya tendría que estar aquí con nosotros. Estamos observando cada tanto la entrada al comedor para buscarlo con la mirada y ver si ingresó, pero no ha aparecido." Había dicho la castaña clara.

Mierda, Draco tenía que pensar con claridad en dónde podría estar el ojiverde.

《Piensa, Draco. Si fueras Harry, ¿en qué lugar de Hogwarts querrías estar en la mañana fuere lo que fuere?》Se repetía en la mente como un método de visualizar distintos lugares del castillo.

Podría buscar al azabache unas horas, ya que sus clases no comenzaban hasta el almuerzo, pero es tan enorme el colegio que tardaría días en buscar por el lugar a un estúpido chico de lentes y que es conocido como "El-niño-que-vivió".

Y así fue, Draco buscó por unas tres horas a Potter en los lugares que él pensaba que podría llegar a aparecer el ojiverde, basándose en la personalidad y gustos del mismo.

Las consecuencias fueron que no lo encontró por absolutamente ningún lado, y eso comenzaba a frustrarlo inimaginablemente. No tenía tiempo para buscarlo, faltaban menos de dos horas para empezar la primera clase y el azabache no aparecía; y aparte de frustrarlo, lo asustaba. Porque, vamos a ver, hace tres semanas mataron al Ministro de Magia, y lo pusieron a él y a Harry en absoluta seguridad por el riesgo escalofríantemente abundante que hay de que los mortífagos secuestren a Malfoy o maten a Potter.

Así, Draco empezó a "gritar" (porque no podía gritar, ya que toda la escuela estaba en clase) llamándolo, aterrado por lo que podría encontrar.

-¡Harry! ¿Estás por aquí? ¡Respóndeme! ¡Estoy cerca del armario de escobas de este piso! -repetía una y otra vez, rogando porque el Gryffindor estuviera allí y lo escuchara, calmándolo-

El platinado estaba más que angustiado por no saber el paradero de Harry. Siquiera sabía si él se había ido a la cama anoche, ya que se durmió antes de que él llegara al cuarto.

Empezaba a derramar lágrimas, aterrado. Cada vez se hacían más frecuentes y fuertes.

-¡Harry, por favor ven! -balbuceó-¿Dónde estás...? -susurró, al borde de darse por vencido-

De repente, escuchó unos pasos; giró la cabeza como si hubiera visto a Merlín en persona, con lágrimas secas en sus mejillas y otras saliendo de sus ojos.

-¿Harry...? ¿Eres tú...?

-¡Draco! ¡¿Me oyes?! -vociferó el azabache, pero sonaba como un eco-

Sólo es un Juego [Drarry/Harco]Where stories live. Discover now