Capitulo 19

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Pov Pranpriya

El sol me pegaba en el rostro, mi dolor de cabeza era insoportable y siento un gran peso en mi brazo derecho. Sin duda alguna, esta es una buena mañana.

—Carajo —trato de mover mi brazo aún con mis ojos cerrados, pero me es imposible. Es como si tuviera un elefante al lado mio.

Giro mi cuerpo y mi vista es perfectamente bendecida por una bella mujer. Sus facciones, su cabello castaño y su aroma dulce... Creo que ya alguien se esta calentando. La desconocida movió uno de sus brazos y frotó sus ojos, cuando creo que ya mi brazo será liberado, la contraria bosteza.

¡Madre mia!, ¿Qué carajo comio esta chica la noche anterior? Una sensación asquerosa y las ganas de vomitar se hicieron presentes dentro de mi y volteo mi cara hacia el lado contrario de ella.

—Chica, enserio esto es serio —ella al escuchar mi voz rápido abre sus ojos y se espanta, haciendo que involuntariamente me diera una patada. Caigo de la cama y maldigo mil veces, sobando mi muslo y mi trasero.

—¿Quien eres? —pregunta. Yo me levanto del suelo y la miro con mi ceño fruncido.

—¡Disculpate! Me tiraste —la mujer tomo las sabanas en sus manos y tapó completamente su cuerpo. Yo resople, fastidiada, y quito la sabana.

—Que infantil eres. ¿Quien eres tú? —preguntó lo mismo. Esta me mira a los ojos y después su vista baja, haciendo que yo me sonroje. Hago lo mismo y me sorprendo al ver mi cuerpo desnudo.

—¡Que mierda! —ahora era yo quien cubría mi cuerpo con la sabana que le quite, y la observo con una ceja alzada.

—¿Qué haces en mi casa?, ¿¡Me acoste contigo!? —su mirada rápidamente bajó para mirarse a si misma, y al ver su ropa sus pensamientos cambiaron y un suspiro de alivio salió de sus labios.

—Dramatica. Además, no me acostaria contigo —digo por impulso —, no eres mi tipo — añado.

—Tampoco eres mi tipo; respóndeme, ¿qué haces en mi casa? —me cruzo de brazos y la sabana cae al suelo, enseñando nuevamente mi cuerpo desnudo. Miro a la chica, avergonzada, y vuelvo a tomar la sabana del suelo para cubrirme y contestar.

—No lo sé, yo solo me desperte a tu lado. ¿Tienes alguna ropa que me sirva? —pregunto, sin darle importancia.

—Primero, no te conozco. Segundo, eso no explica nada y tampoco explica el hecho de que estás sin ropa. Tercero, ¿quien diablos eres? —

—¿Es que acaso no dejas de preguntar cosas? Me llamo Pranpriya, y no tengo la maldita idea de porque estoy en tu casa —

—¿No recuerdas nada? —hago el intento de recordar algo de la noche anterior, pero nada me llegó.

Esto es muy raro.

—No recuerdo, ¿y tú? —

—Tampoco. Que raro. Soy Solar y no soy una infantil —me quedo observándola por un tiempo y ahora, Solar, se levanta de la cama y camina hacia una puerta. Su habitación no estaba nada mal, es muy lujosa, y limpia. Lo contrario a la mia, obvio.

—Un placer, Solar. ¿Ahora puedes darme ropa? —

—Eso busco. Espera —asiento y empiezo a caminar por la pieza. No hay nada que me llame la atención. Fotos de ella y me imagino que sus amigos, libros, joyeria, y más porquerias. Trato de tomar una foto, pero esta traspasa mi mano.

Idénticas | JenLisaWhere stories live. Discover now