Capítulo 4 un guardaespaldas inusual

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Ha transcurrido una semana desde que me uní en matrimonio. La boda no alcanzó las dimensiones grandiosas o espectaculares que alguna vez imaginé, pero aún así se llevó a cabo con la presencia de los reyes, quienes parecían estar contentos de haber logrado su cometido. Agradezco a los dioses que el príncipe Lambert se mostrara tan jubiloso durante nuestra celebración nupcial, aunque al llegar a nuestra luna de miel, durmió plácidamente como un bebé, lo cual me alegró profundamente. El príncipe Lambert no es un hombre a quien aborrezca, pero tampoco es que lo deseara como mi esposo.

-Señorita Lambert, el principe la desea ver en su despacho lo más pronto posible-La voz mi nueva sirvienta resonó en el pasillo, interrumpiendo mi lectura. Con un suspiro, dejé mi libro a un lado y me levanté de mi cómodo sillon. La noticia de que mi esposo me quiera ver no me sorprendió en lo más mínimo; después de todo, como recién casados, era natural que quisiéramos fingir que vas a  pasar tiempo juntos. Sin embargo, una ligera inquietud se apoderó de mí mientras caminaba por los pasillos del palacio hacia su despacho. ¿Qué podría querer Logan en este momento? ¿Era solo para charlar, o había algún asunto más importante que tratar? Mientras reflexionaba sobre estas preguntas, llegué a la puerta del despacho y, con un leve golpe, anuncié mi presencia.

-Hola ¿Me llamaste?

-Sí, por favor siéntate

-Prefiero quedarme de pie, gracias igualmente

-Está bien, ya pronto será mi coronación para volverme rey, al estar ahora casado muchos enemigos míos estarán pendientes de saber cuáles son mis puntos débiles, como sabes ahora eres uno de esos puntos, por eso ahora tome una decisión –Fue entonces donde la puerta sonó para después abrirse- Nathan, por favor siéntate.

Cuando giré para ver quién había entrado, quedé totalmente inmóvil. Era él otra vez, ese soldado que parecía surgir de la nada en los momentos más inesperados. Pero esta vez, lucía diferente. En lugar del uniforme militar, llevaba una camisa de cuello alto que resaltaba por completo sus brazos, los cuales, como había notado antes, estaban adornados con intrincados tatuajes que se extendían desde los hombros. Su ropa consistía en un buzo de pantalón gris y unos tenis blancos, lo que contrastaba con la imagen seria y formal que proyectaba con su uniforme anterior. La camisa ajustada revelaba su cuerpo bien trabajado y tonificado, lo que provocaba una sensación de frustración en mí al darme cuenta de lo atractivo que era. Traté de apartar esos pensamientos de mi mente mientras me esforzaba por mantener la compostura frente a él.

-Querida mía, él es Nathan, quien va a ser tu nuevo guardaespaldas a partir de ahora

-¿Disculpa? Debes estar bromeando, no necesito un guardaespaldas y menos que sea él. Bien podría llamar al guerrero Sergei o Viktor, pero no creo que sea buena idea que él sea mi guardaespaldas- Comento intento de que no se me note el enojo que siento sobre la decisión que tomo mi esposo.

-Apoyo a la señorita Lambert, creo que no sería buena idea que yo sea su guardaespaldas, bien sabe usted sobre los conflictos que hemos tenido con otros reinos, es necesario que los nuevos miembros de nuestra guardia sean buenos en sus acciones, yo debo encargarme de eso. No puedo dedicarme a cuidar a la princesa en sus compras o en sus salidas con sus amiguitas

Las palabras del soldado resonaron en mi mente como un eco molesto. ¿En serio había insinuado que yo era una de esas mujeres que solo se la pasan de compras? La indignación y la ira se agitaron dentro de mí como un vendaval furioso. ¿Quién se creía ese imbécil para juzgarme de esa manera? Estaba a punto de lanzarle una respuesta cortante y llena de desprecio cuando me detuve abruptamente. No, no iba a permitir que sus palabras me afectaran de esa manera. No iba a darle el gusto de verme alterada o molesta. En cambio, decidí demostrarle con mis acciones que era mucho más que la caricatura superficial que él había pintado de mí en su mente estrecha. Con determinación, me enderecé y le dirigí una mirada fría y desafiante, lista para enfrentar cualquier comentario o crítica que se atreviera a lanzarme.

-Exacto, el soldado debe estar muy ocupadito con sus cosas, además que como te digo, el no debería llevar un trabajo tan importante como este es mucha responsabilidad, mejor llamare a Viktor y le pido que venga como guardaespaldas mío.- comente al final yo

-Basta por favor, la decisión está tomada, aunque los dos me hagan dramas, ya lo dije y punto. Ahora salgan de aquí, tengo mucho trabajo.

Ambos salimos del despacho, al cerrar la puerta los dos mostramos nuestras verdaderas caras

-No puedo creer que me pongan a cargo de cuidar a la princesita

-Yo no me puedo creer que me pongan a un inútil como tú a ''protegerme'' cuando sabemos que va a ser al revés

-Oh claro, se me olvido que fingiste ser guerrera cuando debías estar como ahora, casada, aceptando las ordenes de tu esposo

-Cállate que no sabes nada de mi vida, no soy de esas que son felices con compras, spa, salidas inútiles, yo en verdad lucho por mi pueblo y lucho si es necesario, no como otros que solo atacan por querer guerra.

-No voy a escuchar su sermoncito de como usted es mejor o superior, debo ir a trabajar, porque yo si trabajo

-Te odio Nathan

-Compartimos el sentimiento, yo también te odio Zaika

-Entonces, ¿Nathan eh?

Tras la reunión que sostuve en el despacho de Logan, decidí darme un momento para mí y visitar a mis amigos. Necesitaba despejarme y compartir con ellos lo que había ocurrido últimamente en mi vida. Les conté cómo había sido mi matrimonio, los detalles de la boda que, aunque no había sido tan grandiosa como muchos esperaban, había sido significativa para mí. También les compartí lo que había sucedido con mi nuevo guardaespaldas y nuestra conversación afuera del despacho de Logan

-Por favor cállate Viktor, no hay nada gracioso sobre eso.

-Concuerdo con Zaika, ese chico no es bueno para cuidar a ella

-Vamos Sergei, no seas tan amargado, ¿cuándo fue la última vez que Zaika se molestó así? ¿5 o 7 años?

-Fue cuando te metiste en problemas con Kevin y llegaste llorando donde mi lleno de sangre, no soporte verte así y yo misma pelee con él por molestarte a ti

-Cierto, Viktor siempre ha sido el más suave de los tres, por eso solo se metían contigo y nosotros siempre te defendíamos para que no te respetaban mas

-Sí, pero no podemos mentir con que es el más inteligente de los tres, siempre logra hacer los planes más elaborados y mejores para ejecutarse

-Es que los dos amigos que tengo solo piensan con la ira –Dice en tono bromista Viktor pero aun ante aquella broma, su sonrisa no era genuina

Ambos sabemos que Viktor le molesta por no defenderse solo, pero nosotros le demostramos que, aunque él no sea el más bueno en lucha, es importante para nosotros ya que sin el, solo seriamos unos idiotas que resolverían todo a golpes

-La verdad es que los tres somos los muy importantes en nuestro grupo, Sergei el fuerte y el más guerrero de los tres, Zaika es la líder y como lo dijeron ustedes, yo el inteligente.

-Exacto, somos un gran equipo.
-Siempre lo seremos porque estaremos juntos sin importar que la señorita se vuelva una princesita molesta.

-El dia que me vuelva una princesita molesta, tiremen un refrigerador llego-comente con una sonrisa

Aunque lo dijiera en broma Sergei, era cierto, que sin importar que pasara luchariamos por el bien de los otros, ya que sin importar que pasara siempre seremos los tres.

Perder no es una opciónWhere stories live. Discover now