Leonardo DiCaprio

52 11 0
                                    


               ≪❈  Jacob D’Angelo  ❈≫

¿Qué es la felicidad? Muchas veces me he planteado esa pregunta y mi respuesta siempre ha sido la misma. Mi felicidad radica en ver la sonrisa de Maya cada día, en escuchar su risa y contemplar la alegría en sus bonitos ojos miel. No obstante, empiezo a sentir que mi felicidad podría estar incompleta. Me falta algo, esa chispa que me haga excepcionalmente feliz. Miro la foto de la persona que pone mi mundo de cabeza y sé, en lo profundo de mi ser, que aquello que me falta es alguien con quien compartir mis momentos favoritos. Alguien a quien mi hija pueda llamar mamá.

Suspiro profundamente, me incorporo de la cama y, metiendo las manos en los bolsillos del chándal que llevo puesto, camino unos pasos y me dedico a mirar por las inmensas ventanas del hotel, pero en realidad estoy tan inmerso en mis pensamientos que no aprecio la magnífica vista que sé que se encuentra frente a mí. Y todos estos extraños pensamientos se deben a la llamada que acabo de colgar.

Maya, una vez más, ha preguntado por su madre. El eco de su voz aún resuena en mi cabeza, recordándome la realidad tan dolorosa que me consume. Ya es la segunda vez en la semana, también ayer, mientras estábamos desayunando antes de marcharme, me hizo la tan temida pregunta. En ese momento mis palabras quedaron atrapadas en mi garganta mientras observaba su rostro hundirse en la más profunda decepción, porque simplemente no supe qué responderle.

La impotencia me abraza con fuerza al no tener las palabras adecuadas para decirle a una niña de cuatro años que su propia madre nunca la quiso. ¿Cómo puedo siquiera empezar a explicar algo que ni yo mismo he logrado comprender? Me pregunto una y otra vez, ¿cómo alguien podría rechazar a una niña tan dulce como mi hija? Maya es encantadora, es capaz de inundar cualquier corazón con la inocencia más pura, y no es porque sea su padre y esté orgulloso de ella, que lo estoy. Es que en solo minutos esa pequeña con su radiante sonrisa se mete a cualquiera en el bolsillo. Logra ganarse el corazón de todos, pero no logró derretir el helado corazón de su madre.

Un nudo se forma en mi garganta cada vez que Maya busca respuestas en mis ojos. Siento que mi alma se rompe en mil pedazos al no poder ofrecerle la verdad que anhela. Mi pecho se oprime cada vez que la oigo llorar en las noches, preguntándose qué hizo mal para que su madre no la quisiera. Me duele que sufra por algo de lo que no es culpable.

Amanda priorizó su carrera por encima de su hija, y esta elección la llevó a su trágico final, dejándome a mí como único responsable de una niña de tan solo un año, sin tener idea de qué hacer. Ahora, esa pequeña me hace preguntas que no sé cómo responder y sé que a medida que crezca, esas interrogantes cambiarán, lo cual sinceramente me llena de temor. Maya necesita una figura materna en su vida y yo anhelo tener una compañera. Pero nada es tan simple como expresar mi deseo. El miedo a que alguien lastime a mi hija y la abandone nuevamente me paraliza.

De repente, los eventos de anoche regresan a mi mente: esos enigmáticos ojos grises que ocultan numerosos secretos, su encantadora sonrisa y el melodioso tono de su voz. El simple acto de recordarla solo provoca que apriete los puños lleno de impotencia.

                ━━━━━━ ◦ ♪ ◦ ━━━━━━

Horas antes

Me pierdo en sus ojos plateados, todo deja de existir, solo ella, entre mis brazos.

—¿Me vas a besar? —dice ella de repente, rompiendo el hechizo.

—¿Qué? —pregunto separándome un poco, teniendo cuidado de no soltarla por completo.

—Te quedaste tonto viéndome, pensé que me ibas a besar —contesta y la vergüenza amenaza con apoderarse de mí—. No te preocupes, hubiera sido un beso correspondido. Como dice Taylor Swift, te ves como mi próximo error. Uno en el que estoy dispuesta a cometer —afirma mirándome de arriba abajo y guiñándome un ojo con coquetería.

Resiliencia/ Melodias Del Alma Libro II (Pausada)Where stories live. Discover now