Prólogo

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La fiesta continuaba, y todos bailaban y reían juntos, creando un ambiente divertido, su novia quiso ir por más bebidas para ellas dejando conversar a la castaña con el chico que las había prácticamente obligado a realizar la fiesta.

Sin embargo, la castaña espero por un tiempo considerable a su pareja, pero está estaba tardando de más, decidió ir a su encuentro temiendo que algo pudo suceder, pero al llegar a la cocina, no encontró rastro de su novia.

—Disculpa, ¿has visto a Lisa? —preguntó a una chica que ingresaba.

—Si, la vi subir con una chica pelinegra a la segunda planta —respondió amable señalando las escaleras que se podían divisar desde la cocina.

La castaña agradecio, pero sentimiento inusual se apoderó de su pecho mientras se abria paso entre la multitud, pero considerando que posiblemente se trataba de una de sus conocidas, Jisoo, la chica pelinegra a la que se refirió la invitada, no quería que sus pensamientos le jugaran una mal pasada.

Al acercarse a la escalera que llevaba al segundo piso, mientras ascendía, el sonido de la música se desvanecía gradualmente, reemplazado por el eco de sus propios pasos.

Notó una sombra desvaneciéndose en la oscuridad. Intrigada, decidió seguir la dirección de la sombra, ignorando la sensación de temor que se apoderaba de ella.

Al llegar a la segunda planta, escuchó murmullos provenientes directamente desde su habitación. Su corazón latía con fuerza en su pecho mientras se acercaba a la puerta entreabierta, temiendo lo que podría encontrar al otro lado.

Con manos temblorosas, empujó la puerta lentamente y su corazón se detuvo al ver la escena frente a ella. En la habitación, su novia y una chica, bastante conocida para ambas, desnudas, envueltas en las sábanas que alguna vez compartieron.

El mundo se detuvo en seco mientras absorbía la imagen frente a ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Lisa, su novia, compartiendo un momento íntimo con alguien más.

Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mientras observaba la escena frente a ella, incapaz de apartar la mirada.

La vista que enfrentaba era como una puñalada en el corazón, dejándola aturdida y rota.

La confianza que había depositado en su novia se desvaneció, lenta y dolorosamente.






Una vez más 😪...

Entre LlamasWhere stories live. Discover now