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Sumisa en sus pensamientos, Olive Monroe, escuchaba música desde su teléfono

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Sumisa en sus pensamientos, Olive Monroe, escuchaba música desde su teléfono. Había empezado verano, y todos sus amigos ya tenían planes para irse.
Para ella era una mierda. Todos los años se quedaba en casa, mientras sus padres trabajaban. Y ella cuidaba de su hermano pequeño, Luke.

Olive resopló al recordar su triste verano que le esperaba. Deseaba que su mejor amigo Marcus, estuviera allí a su lado, jugando a las cartas o simplemente tumbados en la cama contándose la vida amorosa de cada uno.

— ¿Olive? — La nombrada se quitó un auricular y se acercó a la puerta. Quitó el pestillo y abrió la puerta para encontrarse a su madre. — ¿Estás ocupada?

Olive negó. — Simplemente estaba con la música, ¿pasa algo?

— No cielo, está todo bien. Simplemente quería hablar contigo de una cosita. — Olive la miraba atentamente. Haciéndose a un lado para que su madre pudiera pasar. — Sabes que tu padre y yo hemos estado hablando mucho últimamente sobre lo que sería mejor para ti y para Luke este verano.

Olive frunció el ceño ligeramente, sintiendo que hay algo más detrás de esas palabras. — ¿A qué te refieres?

—Bueno, Luke ha estado muy emocionado últimamente con la idea de ir a un campamento de boxeo. — Su madre se sentó en la cama mientras se rascaba la tela del pantalón —. Y tu padre y yo hemos estado pensando que sería una buena oportunidad para que los dos se divirtieran juntos y se acercaran un poco más.

Olive se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Ella y Luke tienen una buena relación, pero a veces le resultaba difícil entender su pasión por el boxeo.

— Entiendo. Pero, ¿por qué tendría que ir yo también?

— Porque queremos que estén juntos, Olive. Y quién sabe, tal vez también te guste. — Le sonrió a su hija mientras le tocaba el pelo. — Además, podría ser una buena oportunidad para desconectar un poco y probar algo nuevo.

Olive asiente lentamente, aunque todavía no está completamente convencida. — Supongo que podría ser divertido pasar tiempo con Luke. Pero ¿en serio, boxeo?

Su madre se rio suavemente y abrazó a su hija. — Nunca se sabe, cariño. A veces las mejores experiencias vienen de donde menos lo esperas.









Los días pasaban, y Olive ya estaba aburrida, mañana se iría al campamento con su hermano. Sus padres los acercarían, y hasta dentro de dos meses no volverían a por ellos.

Mientras tanto, Olive estaba preparando su maleta, junto a una videollamada con Marcus.

— ¿Llevas todo? — Le preguntó Marcus, que se encontraba en casa de sus tíos en Portugal. — No te olvides de nada, que a ti todo se te olvida.

— Lo tengo todo: ropa de deporte, zapatillas deportivas, pasta de dientes, cepillo de dientes, champú, jabón y toallas, protector solar y repelente de mosquitos, botella de agua reutilizable, pijama, ropa interior, gorra, gafas de sol, bikini y una mochila pequeña. — Le enseñaba Olive, cada cosa, a Marcus.

Quimera || Javon Walton Onde histórias criam vida. Descubra agora