𝗗𝘂𝗺𝗯 𝗕𝗼𝘆 /ᴢᴜᴋᴋᴀ/

006.

Katara le había dicho que solo le avisara cuando lo viera y se quedó despierto toda la noche hasta el punto en que llegó a ponerse ansioso, la maestra agua daba miedo cuando se enojaba, simplemente explotaba y se le notaba lo preocupada que estaba por su hermano de tan solo olerla, era demasiado sofocante para él, por eso decidió buscar a Sokka cuando el reloj marcó las tres de la mañana y el chico no había vuelto aún.

Miró su máscara del espíritu azul, quizá no debería ponérsela, no la necesita, pero es mejor prevenir que lamentar. Se colgó la marca en el pantalón y salió por la ventana asegurándose de no hacer el ruido suficiente como para despertar a sus amigos.

Saltó por los tejados de las casas del vecindario de los padres de Toph, se detuvo al reconocer un olor, se deslizó despacio hasta el barandal de un balcón y salto despacio para luego esconderse en un callejón, el olor que identificó era el de Koa, al haber terminado su presentación como alfa por completo sus feromonas eran fuertes, bastante, y de cierta manera Zuko sabía que a los omegas les gustaban las feromonas que mostraran fuerza, pero no tan intensas, no sabía si Koa quería atraer omegas o espantarlos con ese aroma tan abrumador que lo rodeaba.

Noto que cargaba algo en su espalda enfoco su vista entre toda la oscuridad de la noche, la cosa que cargaba era Sokka, por todos los espíritus el moreno iba apestar a otro alfa, Katara lo mataría, bueno en realidad ese alfa sería Koa, su amigo, alguien de su tribu, no sabía con exactitud si se molestaría por algo como eso, aunque ella misma se aseguraba de cubrir a Sokka con sus feromonas a veces, quizá se ofendería un poco por ese acto de parte de Sokka.

— Koa, puedo caminar... — Sokka le balbuceo en el oído a su compañero. — Soy pesado para ti, aun eres pequeño.

— No eres pesado, Sokka. — Se río entre dientes. — Además, ya no soy un niño, no me veas de esa manera ¿Bien?

Koa le hablaba suavemente a su mayor. Zuko no podía entender nada de lo que decían, estaban demasiado lejos como para que él pudiera interpretar de alguna u otra forma lo que el menor decía. Los siguió por la sombra para que no supieran que los seguía, al ver que estaban cerca de la residencia de los Beifong se movió más rápido para recibir a Sokka en la entrada, así Koa no tocaría la puerta y no despertará a nadie lo haría lo más sigilosamente posible como lo ha estado haciendo durante toda la noche.

— Hola. — Abrió la puerta antes de que siquiera el chico pusiera los nudillos en la madera.

— Eh, hola, Zuko.

— Puedes darme a Sokka, yo lo llevaré a dentro. — Extendí los brazos dispuesto a ayudar a Sokka a caminar hasta su habitación, sin embargo, Koa solo lo acercó más a él.

— Sokka se quedó dormido sobre mí, no creo que sea de muy buena educación de mi parte despertarlo, yo lo llevaré a su habitación. — Intento pasar, pero le bloquee el paso con el brazo, él apesta, si pasa de seguro despierta a todos con sus feromonas tan descontroladas.

— Si esa es la cuestión yo lo llevaré, así que, no te preocupes.

Koa me miró dudoso y luego regreso su mirada a Sokka, parecía estar recapacitando en intentar convencerme, pero lo más seguro es que no lo lograría además de despertar al chico en su espalda, de esa manera me entrego a su mayor y yo lo cargue de manera nupcial, es decir, como si de una princesa se tratase, antes de irse se despidió diciendo que Jet quería hablar con el avatar mañana si fuese posible.

— Le haré saber, buenas noches. — Cerré la puerta.

Camine por los pasillos despacio y en el trayecto me di cuenta de dos cosas: uno, Sokka no pesaba nada a pesar de que come como un oso y dos, de que olía completamente a Koa, cualquier rastro que katara hubiese dejado en él había desaparecido por completo. Dijo que no lo despertará, pero el chico debía de tomarse un baño, urgente.

Entró a la habitación de Sokka, los padres de Toph tenían el dinero como para que cada uno tuviese un baño en su propio cuarto, lo recostó en su cama y lo removió un poco del hombro, despacio.

— Despierta, Sokka.

— Déjame, Koa, quiero seguir durmiendo. — Sokka le dio la espalda.

— Si no despiertas, te meteré en la tina, con todo y ropa. — Sokka abrió lentamente los ojos, parecía estar acostumbrándose a la poca luz del cuarto, solo había encendido una vela.

— ¿Zuko? ¿Dónde está Koa? — Se sentó como pudo en la orilla de la cama. — ¿Lo dejaste ir solo? Puede que sea peligroso para él, debería acompañarlo. — Rodee los ojos.

— Él te trajo en su espalda, creo que ya está lo suficientemente grande como para llegar a su casa solo, además, ya es un alfa y sus feromonas son bastante fuertes, los demás subgéneros tal vez se intimiden por su olor. — Le pase una toalla. — Y tú deberías tomar un baño, hueles bastante a él, como si te hubiese marcado. — Las mejillas de Sokka tomaron algo de color por lo último que dije.

— Si, gracias. — Sokka se levantó y se dirigió a la puerta del baño. — Por cierto, si hablamos de olores intimidantes, el tuyo es peor que el de Koa, bueno, buenas noches. — Cerró la puerta del baño, me quedé con la boca abierta ¿Lo ofendí?