capitulo 34

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Esas palabras me estremecieron, a caso Dom había tenido un hijo, un hijo que nunca pudo conocer, ni pudo reconocer, tuvo un hijo con la mujer que era su amor de la infancia ¿Cómo podría competir con eso? Y en realidad si pudiera competir contra eso, mi conciencia no me lo permitirían, es imposible competir con un hijo, un ser que es de tu misma sangre y que necesita de tu presencia. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, pronto mi llanto salió algo ahogado, ya que estaba tratando de no hacer ruido

-Eso no es posible- dijo Dom algo alterado

-Si lo es, no pude volver porque mis padres no me dejaron

-Y no conoces lo que son las redes sociales o mi número telefónico

-Me quitaron todo, no podía tener contacto con nadie, ni siquiera con mis amigas

-¿Que paso con el bebé?- dijo con la voz temblorosa

-Mis padres hicieron que abortara- dijo soltando un llanto

Dom quedó paralizado, ya que no sabía cómo reaccionar, pero tan pronto volvió en si, le dió un abrazo para consolarla

-Yo se que esto no cambia nada, pero necesitaba decirte que habriamos tenido un bebé si no nos hubiéramos separado en ese entonces- comenzó a llorar desenfrenadamente

-No llores, no quiero verte llorar, sabes que no me gusta ver a las damas así

-Dom, yo aún siento algo por ti ¿En serio no sientes nada por mi? ¿Perdiste todo ese cariño que alguna vez tuvimos?

-El cariño está, siempre voy a tenerte en mis pensamientos, eres el primer amor de mi vida, pero ahora crecimos y maduramos- dijo apartando la de el con suavidad- Mis sentimientos cambiaron y estoy sumamente enamorado de mi prometida

-¿Se van a casar?- dijo sollozando

-Si, en dos meses nos casaremos, siento que pasa el tiempo muy lento, lo único que deseo es que Demi sea mi esposa

-Con ella podrás tener esos hijos que nunca pude darte yo

-No pienses en eso, trata de sanar

-Tratare de hacerlo, fue muy especial reencontrarme contigo de nuevo

-Espero que encuentres a una persona que te ame

-Y yo espero que tú prometida te ame mucho

-Pues lo hace, me cuida todo el tiempo, soy su pequeño Dom Dom

Sonreí al escuchar eso, Dom sabía que era mi pequeño y me encantaba su forma de demostrar que estaba enamorado de mi. Antes de que me lograrán ver, baje las escaleras y me fui a mi camarin

-¿Dónde estabas?- dijo Liv

-Dando una vuelta ¿Por qué?- dije buscando mi vestuario

-Ya es hora de salir y tú aún no estás arreglada

-Pues aún queda tiempo

-No te dijeron, los gerentes cambiaron el orden, tu abrirás la noche, así que apresúrate- dijo arreglándose el maquillaje

Me apresure a arreglarme, y me maquilla rápidamente, para irme al escenario, llegué a tiempo para mí presentación e hice mi gran entrada. La verdad es que me gusta abrir la noche, me llena de emoción escuchar a las personas gritando mi nombre. Mientras hablaba con la multitud de pronto entro una chica de le empresa, tal vez quería retarme a un combate. Aquella chica entro al ring y comenzó a hablar con la multitud, creo que la he visto en los vestidores, pero nunca he hablado con ella, es discípula de Natalya, está pelea no está planeada la verdad y no me gusta mucho como se ve la cosa, los gerentes me van a regañar si comienzo una pelea sin que ellos me digan. De pronto ví a Dom junto al ring, se subió a el para ayudar a que bajara, el también sabía que está pelea no estaba planeada y que me regañarian si comienzo una pelea, por lo que me acerque a las cuerdas y me iba a bajar, pero de la nada está chica empujó a Dom y el cayó del ring, lo que me hizo enfadar demasiado. Todos saben en esta empresa que Dom es mi punto débil, que haría cualquier locura por defenderlo y está situación no será distinta, no se cómo pero ya estaba dandole golpes a la chica, un árbitro había entrado al ring y no tarde en ganar la pelea, pero estaba enojada, asique no deje de golpearla y hacerle llaves, hasta que me distraje al escuchar la entrada de Natalya, quien estaba algo enojada por lo que le estaba asiendo a su discípula. Dom me tocó el hombro en señal de que nos fuéramos, ya que no debía comenzar otra pelea. Ya en mi vestidor me relaje y los gerentes no tardaron en llegar para regañarme, pero no los escuché, no necesitaba escuchar cosas que ya sabía

Entre las cuerdas del amor (Rhea Ripley y Dominik Misterio)Where stories live. Discover now