El viento se llevó a mis cachorros

Capítulo 2.

Ye Hua no sabía cuántos días y noches había caminado. Como una especie mutante, no se cansaría tan fácilmente como los humanos, ni tendría que comer de vez en cuando como los humanos. Sólo necesita tener tierra y el agua siempre podrá reponer la energía, y lo único que no le falta a este bosque es tierra y agua…

Por eso, incluso después de caminar durante muchos días y noches, Ye Hua seguía de buen humor. Siempre estaba limpio y no parecía que hubiera caminado mucho, y por su agradable estado no parecía que estuviera caminando por el bosque, sino el de un noble paseando por su propio patio.

Había muchos más animales y plantas en el bosque, pero no había encontrado ningún mutante por el camino.

Incluso antes de quedarse dormido, se enteró de que los mutantes en este mundo ya eran muy raros, pero este bosque ha sido la base de los mutantes desde hace mucho tiempo... Ahora que no podía encontrar ningún mutante aquí, se preguntó si habría otros mutantes en el mundo aparte de él y sus semillas.

Frunció los labios, tirando con inquietud de la ropa de ambos lados.

No es que le gustaran tanto los mutantes, de hecho, la mayoría de ellos eran asesinos, y la matanza de mutantes por parte de los humanos había hecho que el bosque fuera más tranquilo y seguro de lo que nunca había sido.

Cuando se despertó después de dormir esta vez, pudo sentir el cambio más directamente. En el pasado intentaba minimizar su presencia y vivir con cuidado para que él y sus semillas no fueran dañados por mutantes poderosos, pero ahora no había casi nada en el bosque que pudiera poner en peligro su seguridad y la de sus semillas.

En ese sentido, estaba agradecido con los humanos, pero no había olvidado que eran peligrosos para él y para sus semillas, y que amenazaban con matar a todos los mutantes.

Se estremeció cuando le vino a la mente la imagen del cachorro humano que se abalanzaba ferozmente sobre él hacía tantos años.

Debe encontrar las semillas tan rápido como pueda, y traerlas de vuelta tan pronto como las encuentre, sin demora.

Con esto en mente, encendió el cerebro inteligente, que mostró un mapa con una marca roja en la pantalla, que era la ciudad donde se encontraba ahora su semilla.

En estos días, había digerido más recuerdos humanos y aprendido más sobre Tang Jie.

Tang Jie celebrará hoy una reunión en la ciudad de Sanyuan y después se quedará allí para rodar una película.

No había terminado de digerir el conocimiento humano, y no sabía lo que significaba "reunión" y "rodaje", pero no importaba, sabía que la Semilla se quedaría en esa ciudad, y eso le bastaba para encontrar la Semilla e ir a Ciudad Sanyuan.

Aceleró el paso y el cerebro inteligente le indicó indicaba que estaba a punto de salir de la selva. Una vez fuera de la selva, podría usar a Zhinao¹ para tomar un autobús a la ciudad de Sanyuan.

Después de caminar hacia adelante durante algún tiempo, pasó el último árbol alto, y entonces el cielo se abrió delante de él. El cielo azul y las nubes blancas se podían ver, la luz del sol se derramó, iluminando un cielo brillante, por lo que Ye Hua, que había estado en el bosque durante mucho tiempo, entrecerró los ojos con incomodidad. Bajo sus pies había un pedazo de tierra húmeda, en la que había algunos hierbajos, y en el escaso parche de maleza había un estrecho camino de tierra, que siguió, y en poco tiempo vio una amplia carretera.

Ahora mismo, está de pie al lado de la carretera.

El camino estaba pavimentado con un material exclusivo de la sociedad humana, duro como la piedra y caliente por el sol, se paró en él con los pies descalzos, la planta no podía sentir la fragancia de la tierra, sus raíces no podían tocar el suelo blando. Sintió como si hubiera perdido su paraíso, se sintió incómodo, si estuviera en el estado de una planta, sus ramas y hojas se habrían marchitado en este momento y se habrían hundido, dio dos pasos hacia atrás incómodo, y las plantas de sus pies presionaron contra la tierra del camino, entonces se sintió a gusto.