El primer y verdadero hijo de Viserys I Targaryen. Heredero al trono de hierro, príncipe de los 7 reinos...
El único obstáculo que Otto Hightower tiene para que su sangre quede en el trono.
Jacaerys x Male Øc
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XXXVII "Venganza"
Los Tarly, Beesbury, Caswell, Rowan y Costayne habían sido derrotados. Tessarion acabo con la mayoría, los que sobrevivieron regresaron a sus hogares.
Tessarion era una fuerza que habían olvidado y ahora todo estaba confuso.
Con Aegon como Rey, las cosas parecían simples. Un niño jugando a ser Rey.
Pero Aegon estaba muy herido y no podía ni lavarse las uñas, menos dirigir un reino o una guerra. Entonces todo estaba en las manos de Daemon "El Príncipe Canalla" Targaryen.
Zaeron había conocido a Daemon toda su vida, había ido a la guerra con él, pero no podía pensar en un Daemon que acababa de perder a su hermano y ahora a su hijo.
Habían podido dar entierro a Rhaenys y habían tomado el cráneo de Meleys, quemado su carne y guardado en Dragonstone, tal como se hizo con Balerion.
Laenor y Corlys se habían retirado a Driftmark las últimas dos semanas, tomando duelo nuevamente.
Baela y Rhaena lo hicieron desde Dragonstone. El resto siguieron planeando la guerra.
Aeros y Baelon cuidaban Harrenhall y el ejército que estaban movilizando, pronto marcharía hacía King's Landing para sitiarlo.
[...]
- Bay.- El mayor giro a ver a su hermano.- Comemos?- Preguntó.
- Si...- Se levantó.- Ahora vengo, será mejor que comamos cerca de los dragones.- Baelon asintió mirando a Ghyscar, que descansaba.
El rubio platinado se movió por el patio del castillo hasta donde cocinaban.
Era el mismo lugar donde despellejaban a los animales, los cortaban y hasta según que, los cazaban.
Dos platos de lo que suponía era estofado de algún animal o animales.
- Gracias.- Era bastante temprano, ellos desayunaban cuando el sol aún no había salido y cenaban cuando la luna ya era la única luz de la noche.
El aroma del estofado era, dentro de lo que cabía, aceptable. Ellos estaban acostumbrados a tener grandes banquetes, huevos, pollo, papas fritas, ensalada y hasta pasteles en plural de postre.
Allí todos decían que era un milagro poder comer, que debían partir pronto para que la comida durará para los viajes y que conseguir la cena no fuera tan complicado.