PERSPECTIVA JORGE.
Senti que una parte de mi se iba cuando vi a Leily tumbada en la cama de aquel hospital sucio, no la quería perder, había cometido errores y me arrepentía de ellos.
Me quedé a su lado todo el tiempo sin separarme ningún milisegundo de ella, quería verla despertar, quería ver sus radiantes ojos.
- tenes que comer. - hablo el Cochi parado en el marco de la puerta de la habitación de hospital.
- no tengo hambre.
- yo me quedo con ella, tienes que comer Jorge.
No la quería dejar sola pero mi panza rugía de hambre, después de unos minutos de pensarlo accedí, salí de la habitación y fui a comer algo, estaba Danilo con Oliver.
Oliver estaba dormido en el hombro de el Uru, compré unas galletitas y me senté a lado de el Uruguayo, comimos en silencio. Pasamos unas horas en el hospital.
Cochi estaba con Leyl y yo me quedé a cuidar a Oliver. Vimos llegar a el Kiru, estaba re enojado con ese, le quería agarrar a golpes ahí mismo.
- que haces acá, hijo de puta. - dije sin alzar tanto la voz.
- me enteré lo de Leyl, quiero verla.
- andate de acá, yo no quiero que la veas.
- y vos quien sos para prohibirlo.
- da igual, Cochi ni en pedo te va a dejar, hace lo que quieras boludo. - dije y me relaje en mi asiento de nuevo, abrazando a Oliver quien se estaba despertando.
- dormi enano. - susurro Danilo.
- ¿qué pasa con mamá? - dijo Oliver despertándose de golpe.
- no pasa nada, volve a dormir Oli. - dije acariciando su cabeza.
- hola enano. - hablo el Kiru acercandose y agachandose para abrazar a Oliver, me le quede mirando sin decir nada.
- ¿qué pasa con mi mamá? - volvió a decir el pequeño.
- mamá está bien, Oliver. - le susurró Kiru mientras lo abrazaba.
- te extrañé mucho.
- lo sé, lo siento, estaba un poco ocupado.
- claro, "ocupado" - dijo Danilo haciendo comillas con sus dedos mientras se levanta de su asiento y decidí seguirlo.
- a donde vas. - dije detrás de Danilo.
- a un lugar donde no esté ese tarado.
- bue, tenes que calmarte, no sabes las ganas que tengo de romperle la cara a el idiota ese, tenemos que no dejarnos llevar, por Leyl. - dije poniéndome frente a él y agarrando sus hombros para que me miré.
- tenes razón. - dijo el Uruguayo agachando la cabeza.
- se va a poner bien, Uru. - lo abracé y el correspondio mi abrazo.
*****
A LA MAÑANA SIGUIENTE.
LEILY PERSPECTIVA.