ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔇𝔬𝔰

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Los pasos se acercan cada vez, trató de tranquilizar mi respiración cuando de repente una linterna apunta directamente a mi rostro, palidezco de inmediato y abro los ojos tan grandes como puedo

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Los pasos se acercan cada vez, trató de tranquilizar mi respiración cuando de repente una linterna apunta directamente a mi rostro, palidezco de inmediato y abro los ojos tan grandes como puedo.

—Soy el oficial de policía Alan Bloomgate, ¿Qué hace en la casa del civil Gregory Wesd? —Pregunta con su arma apuntándome, tengo los ojos entrecerrados y las manos arriba.

—¿Alan Bloomgate, dijiste?.

—Si, ¿Quién es usted? —dice aun con el arma arriba.

—Detective privada Nancy McCartney, estoy investigando el caso de Gregory. ¿Podrías bajar el arma, Alan? — digo aún con las manos arriba, el baja el arma lentamente.

—¿Nancy McCartney? ¿De dónde conozco ese nombre? —dice el, le doy una pequeña sonrisa.

—Estuve involucrada en el caso de Hannah hace unos años, fui la que le dijo que vaya a la mina. — dije.

—Así que eres esa, aun me debes una entrevista.—dice, yo me río y vamos a afuera juntos.

—Sinceramente pasaron años desde ese caso, ya ni recuerdo nada de el.

—¿Sigues en contacto con esos chicos? —dice Alan, alegre. Mi sonrisa tiembla mientras niego.

—No ellos... ellos me dejaron de hablar una vez estuvieron junto a Hannah. — dije con una sonrisa forzada.

—Oh, lo siento. No lo sabia, pero dime, ¿encontraste algo que ayude con el caso de Gregory? — dice el, interesado.

—No se si deba decirte, trabajo sola y es un caso confidencial.

—Es uno de los chicos de mi pueblo, me gustaría ayudarte en el caso.

—Yo, no lo se...

—Por favor, Nancy, no me digas que debo rogarte como lo hice aquella vez para que me sueltes algo con el caso de Hannah.

—Es que, yo trabajo sola, creo que me va mejor así. —digo alisándome la camisa.

—No siempre es bueno hacer todo sola. — dice el, se para enfrente de mi una vez llegamos al coche policial, dudó un momento.

Es Alan, el tiene influencia en ese pueblito, podrá serme mas útil, sonrió y asiento.

—Esta bien, pero vayamos a la estación para que veas lo que tengo. —digo, el asiente y me abre la puerta del copiloto.

Partimos de la casa de Gregory y tardamos unos minutos mas en llegar a la estación, una vez nos adentramos al lugar vamos a su oficina.

—Encontré una carta, aun no la abro y no se su contenido.

—Nosotros no encontramos nada, y buscamos en todos lados. —dice el, observando el estampado que lleva la carta.

—Por que son idiotas, Alan. - digo toqueteando el nombre de su escritorio, el me mira y yo le doy una sonrisa inocente.— Como sea, es lo único que tengo del caso, pues estoy construyendo las pistas.

Duskwood: El nuevo casoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora