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  Un gran suspiro resonó en aquella azotea, la parte más alta del aquel edificio al que todos le llamaban escuela.

  La ira contenida se podía notar en el aire, las feromonas no mentían mucho menos las de un alfa dominante, a pesar que el aroma era algo suave de cuerta forma dominante en su propio aroma pero en este caso eran muy imcomodo incluso se podría decir que los pocos toques dulce  en ese momento eran agrios. Lo cual alejaba a los estudiantes que rondaban cerca o incluso pretendían almorzar ahí.

Oikawa sentía mucha frustración, se sentía completamente atrapado y sin opciones. El mal humor que sentía no parecía desvanecerse, en cambio aumentaba en gran manera todo era culpa de su mismo alfa y sus intentos de buscar otro omega que pudiera convencer a su alfa que no necesitan a ese omega, hay muchos más en todo el mundo y si no también existen los betas aún que no es tan recomendable también esta esa posibilidad. Pero no su alfa se niega, omega que se hacerca con dobles intenciones terminan siendo incómodos para ambos aún que el castaño no las repele

  Sus dos años anteriores en la preparatoria an sido un gran martirio.

  En el último partido de su antigua escuela secundaria del año anterior lo fue a observar, noto "la gran caída del rey"  a él mismo le causó cierta satisfacción pero en su interior sentía cierta desesperación que le pedía a gritos intentar consolar al menor, el mismo Oikawa se negó profundamente.

  Mientras más se negaba más perdía el control de sí mismo

  Ni el comprende exactamente a qué se refiere esa frase, para el o quizás solo el y su médico lo an notado.

  Mientras Oikawa se niega a suplir las demandas de su alfa... su alfa reacción por su cuenta? En sus propias palabras es como si su alfa. Tomará el control de él pero siendo el.  Incluso en ocasiones donde el castaño tiene miedo de sí mismo, aveces no sabe si es el mismo o es su alfa y eso le aterra.

   Tenía la pequeña esperanza que "su pequeño problema " asistiera en el aoba shido pero estaba muy equivocado. Al parecer los rumores que había escuchado, el se había ido al karasuno, un equipo con anhelos de grandeza pero el pasado solo era su recordatorio de su grandeza.

  Apreto con fuerza los puños.

1... 2... 3... 4... 5...

  Comenzó a contar en su mente, era uno de los ejercicios que le recetó su médico antes o mejor dicho para prevenir que un ataque de ira o su alfa saliese sacando sus intentos involuntarios. Regular servían más el medicamento que aquellos  pero incluso su propio psiquiatra se los había recomendado así que en su ver no costaba nada intentar.

6... 7... 8...-

Aquella cuenta fue interrumpida, el molesto sonido de la puerta vieja y oxidada habiéndose le interrumpió completamente.

  Al voltear encontró a su mejor amigo parado en el margen de la puerta con un pañuelo en su nariz y una muy mala mirada, su propio omega se mantenía a lerta con la presencia del alfa, sus feromonas lo alertaba y era un gran repelente para el. No le importaba eso.

  — Se te acabo el tiempo mierdakawa — le dio un fuerte puñetazo a la puerta en su forma de "intimidación" — Tienes que ablarle, no encontraste una solución —

  La mirada de Iwazumi era muy seria, hace 3 años atrás, Oikawa al contarle la situación que conllevaba terminó en una pequeña discusión, la cual terminó en una promesa. Oikawa hablaría con kageyama Tobio si no lograba contener a su alfa o enco tras otra solución la cual obviamente no encontró.

  — Se lo que tengo que hacer — el castaño camino lentamente hasta llegar donde su amigo omega estaba, dando estas últimas palabras — no te preocupes por eso... — atravesó el margen de la puerta para irse.

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