January 300

15: Lord y Lady Lowie

No podía dejar de mirarlo ya que incluso si momentos atrás se había dicho que debía dormir debido a que su cuerpo aún se encontraba adolorido y cansado por las actividades en las que había participado con Patrick esa noche una gran parte de ella no deseaba hacerlo ya que sentía que si lo hacía se perdería la oportunidad de observar al hombre que amaba y notar como él poseía en su rostro un gesto que había esperado ver allí durante muchos años.

Fiona Cross siempre había anhelado ver a su antiguo enemigo relajado, feliz y lleno de un amor que ahora se encontraba dirigido solo a su persona que no solo se encontraba totalmente alegre por ello sino que también aún estaba envuelta en los brazos de su prometido y acurrucada contra su pecho cálido y desnudo que había besado múltiples veces desde su llegada a January 300 antes de que él cayera en el mundo de los sueños y ella permaneciera en el mundo real donde fue capaz de ver como a través de las ventanas de la habitación el día estaba comenzando a llegar lentamente.

Algo que hizo que la hija del duque finalmente se decidiera a intentar dormir un poco, a acurrucarse aún más contra el hombre al que amaba mientras que cerraba sus ojos sin esperar en lo absoluto que en ese instante ella sintiera como Patrick se movía por unos pocos segundos antes de que él finalmente depositara un beso en su cabello y le dijera:

–Cuanto tiempo llevas despierta? ¬–. Aun adormilado pero lo suficientemente despierto como para sonar completamente feliz por saber que nada de lo ocurrido entre ellos había sido un sueño, había sido una realidad en la que su antigua enemiga y él se habían unido de una forma diferente al matrimonio. Se habían unido de una manera mucho más carnal, lo cual había causado que el hijo del barón sintiera como si finalmente todo hubiera caído en su lugar. Como si su vida hubiera sido siempre un rompecabezas con piezas faltantes que eran descubiertas con cada año, mes, día y hora que pasaba junto a su vecina quien ahora sería su esposa y la madre de sus futuros hijos, seria todo en su vida a partir de ahora y Patrick no podía estar más feliz por ello ya que nunca creyó que podría amar a Fiona del modo en que lo hacía ahora. Nunca se imaginó que una niña de siete años podría ganarse sus afectos y su amor del modo en que lo hizo, pero no podía quejarse de ello, nunca podría hacerlo porque la mujer que estaba en sus brazos ahora era todo lo que siempre quiso como compañera en su vida e incluso más. Mucho más, de eso no tenía duda.

–Desde que te quedaste dormido. –le confeso su prometida, en el momento en que lo sacaba por completo de sus pensamientos y lo hacía sonreír rápidamente antes de poner sus ojos en los suyos y notar como ella se había separado un poco de su persona para poder mirarlo y entregarle la sonrisa más dulce y llena de amor que había visto en su rostro desde todos los años que llevaban de conocerse.

–Te gusta verme dormir? –le interrogo él, luego de que soltara una pequeña risa ya que sin duda alguna tenía una idea de lo que su amada había hecho mientras que él descansaba y ella permanecía con sus ojos abiertos y sin dormir de ningún modo incluso si hubiera deseado que lo hiciera ya que ambos habían quedado igual de cansados luego de que hubieran hecho el amor y se recordaran que en algún momento tendrían que hacerle una visita a Lord Cross para contarle sobre su compromiso. Sobre la boda que él y su mejor amigo tendrían que organizar luego de que seguramente intentara dispararle si se enteraba de lo ocurrido esa noche, si descubría que tanto él como su hija ya no eran virtuosos.

–Debo admitir que eres un paisaje muy atractivo, y que no puedo esperar a comenzar nuestra vida aquí para poder pintar tu retrato y el mío. –replico Fiona, con una voz llena de felicidad que resulto contagiosa para él. Ya que Patrick Young no era capaz de expresarlo con palabras, pero decir que estaba en el paraíso cuando se encontraba con su antigua enemiga era lo único que se aproximaba a lo que sentía en verdad cuando estaba con Fiona, su futura Señora Young.