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La multitud presionaba buscando alguna respuesta de Volkov, que no obtenía, la mayoría esperando desatar la ira del modelo para evidenciar una injustificada homofobia contra Horacio. O quizás, la confirmación a la sospechada y anhelada orientación de Víctor Volkov. La posible razón del despido o renuncia de su ex-manager. Ivanov, que fue reemplazado por el ex-modelo y actor Jack Conwey. 

El acercamiento que Volkov guardaba con su ex-manager, no pasó desapercibido para las cámaras ni los fans del ruso. Quienes en un brote de ilusión y juego empezaron a juntarlos, pretendiendo que eran pareja. Una broma que pasó a ser un rumor demasiado ruidoso hasta para los canales de farándula, que no tuvieron piedad al hacer sus chistes al respecto del tema. 

Volkov, no negó ni confirmó nada, cuando aceptó hacer una llamada corta y concisa al espectáculo. Para exigir que se detuvieran los infundados comentarios que realizaban para dañar su imagen, reafirmando que la renuncia de su ex-manager fue por motivos mayores que no tenían nada que ver con él. 

Y no mentía, Ivanov ya le había comentado de su cambio de intereses y anhelos desde mucho antes de su renuncia. Pero, el acercamiento que había tenido con el chico, fue real. Una atracción que en su momento no fue recíproca y terminó allí. No, no mentía, no del todo. Noticia que no volvió a tocarse hasta que se anunció el fallecimiento del muchacho, acompañado de la desaparición del ruso tanto en redes como frente a las cámaras. Recibiendo mucho amor y comprensión por parte del público y sus admiradores.

— Ya deja ese puto celular.

Hablo Jack, plantando un café delante de Victor, mientras estaban en su oficina. Luego de dejar el mundo del modelaje, se centro más en su carrera como actor en filmes de acción y suspenso. Su previa carrera como policía le fue muy útil para alcanzar el exito que ahora le respaldaba. 

— No me digas que hacer. 

Respondiendo a regañadientes, con la mandíbula tensa y la mira fija en el aparato que se mantenía pegado a sus manos desde que ingresó, por la puerta, esa mañana. Jack, ya harto de su comportamiento, tomó el celular de Volkov y se lo arrebató. Desatando la ira del ruso. 

— ¡Te diré lo que se me dé la puta gana, nenita! Deja de responder a esa mierda y escucha lo que tengo para ti. ¡La solución a todos tus problemas!

Victor, sin atender a sus palabras, se abalanzó contra él, decidido a recuperar su celular. Aprovechando la diferencia de alturas a su favor, estiró uno de sus brazos hacia su preciado e intentó alcanzarlo. Su celular era algo muy privado, algo tan íntimo para él que no cualquiera podría tener acceso a su contenido. Un límite, de los muchos, que no iba a permitir a Jack atravesar. No está vez, claro que no. 

— ¡Eres Gilipollas!

Si, quizás lo era al pensar que podría ser rival para un maldito veterano de la guerra. Quien con un movimiento rápido lo derrumbó sin mucha más dificultad. La ira lo volvía idiota, más de lo que ya era, no lo dejaba pensar con claridad. No podía pensar con claridad. Y gracias a eso había despertado el nulo interés de Conway por lo que guardaba en su celular. 

— De verdad que eres patético, ni siquiera es tu cuenta oficial. ¡Joder! Ten algo de dignidad. 

No era un delito manejar una cuenta personal. Tener algo de privacidad en la complejidad que caracteriza a un humano desde sus gustos e intereses. Solo fue pura casualidad, que la cuenta que se encontraba utilizando para stalkear, responder e interactuar con la cuenta de Horacio fuera la misma que utilizaba durante su tiempo libre lejos del público.

Una simple coincidencia. 

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⏰ Última actualización: May 04 ⏰

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📷 ᴛᴇɴsɪóɴ ғʀᴇɴᴛᴇ ᴀʟ ʟᴇɴᴛᴇ 📸  (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora