Han ganado una batalla, pero no la guerra. La princesa pronto se convertirá en la reina del infierno, el rey no permitirá que nada ni nadie la dañe y todo aquel que lo intenté deseará no haber nacido, pero si enemigo sigue con vida y él es solo la p...
Entro en la habitación seguida de Ares, camino hacia el baño pero unas manos que se desplazan hasta mi vientre me detienen.
Me empuja hacia atrás, mi culo choca contra su entrepierna y siento el gran bulto, me restriego contra el con malicia, no se si se nota pero me encanta provocarlo.
–Llevamos mucho tiempo sin follar –Me susurra en el oído, miro el reloj, las cinco de la tarde, la fiesta empieza a las nueve
–Tenemos tiempo querido
Dicho esto me arrastra hasta el baño, me arranca la ropa y luego se desnuda el.
Me agarra por detrás de los muslos y me eleva quedando nuestros labios al mismo nivel sin pensarlo los ataco con deseo mientras entra en la ducha.
Abre la llave del agua y el agua empieza a cubrirnos.
Chupa y muerde mi cuello dejando marcas bastante visibles, no se anda con rodeos y va a por mis tetas, pasa la lengua descaradamente por todo mi pecho izquierdo mientras me mira.
Suelto pequeños jadeos por lo que me provoca, muerde mis pezones que ya están duros, lo hace demasiado fuerte y le doy un golpecito en la cabeza.
No se ni cómo pero siento la punta de su miembro tocar mi entrada, me la mete dentro haciendo que mis paredes se abran de golpe.
–Es increíble como tu coño absorbe mi polla Aria
Me embiste y choco contra los fríos azulejos, enrollo mis piernas para ayudarle mientras gimo en su oído lo que le enloquece.
La saca y me tira fuera de la ducha.
–¿Que haces? –Pregunto,
No encuentro respuesta de su parte, me sube de golpe al lavabo, su puta madre que frío que está, me vuelve a abrir las piernas y me vuelve a penetrar.
Grito por su rudeza y echo la cabeza para atrás dando en el cristal.
Se mueve dentro de mi sin compasión, como un jodido perro rabioso que está ansioso de mi coño.
Me embiste con fuerza y rapidez todo el rato, no me da tiempo de recuperarme de una embestida cuando ya me ha metido otra.
–Como sigas así m-me vass a desgarrar Aress –Hace oídos sordos y sigue embistiendo –Ahh
Le agarro del pelo con una mano y con la otra la espalda, no sé cómo canalizar el puto placer que me provoca este hombre, araño su espalda con fuerza varias veces y tiro de su pelo mientras me enderezó y le miro a la cara.
Dejo su espalda y apoyo mi mano en el lavabo.
Me dan espasmos y empiezo a temblar, estoy a punto.
–Te amo moya Korovela
–Te amo mi rey –Digo mientras me vengo sobre su verga.
El también se viene pero se sale antes de descargar los fluidos dentro de mi.
Me bajo del lavabo, tal vez demasiado rápido y casi beso el suelo, pero los reflejos de Ares me salvan.
Me mete de nuevo en la ducha y me ayuda a ducharme mientras contiene la risa.
–Ares creo que me has recolocado el útero.
Se ríe y me pone sobre la cama, le veo alejarse hacia el vestidor y regresa con un vestido colgado en una percha, lo tiende sobre la cama
–Ponte este, es perfecto
Le sonrío y me lo empiezo a poner,
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