You Belong To Me 緑谷出久×トガヒミコ

You Belong To Me

Secundaria Orudera–Musutafu–5:48 pm de la tarde.

De sus bolsillos rebusco un objeto, aquel cuchillo con el que intento apuñalarlo aquella noche de campamento cuando se detuvo al verlo y reconocerlo. El filoso alfiler ya hacia en sus manos apuntando hacia el joven de uniforme masculino de la U.A. sabia por que estaba aqui.

—Te pido y te ruego que abandones este lugar en este instante, o arrestame para nunca volver a verme, Deku-kun, el haberme topado contigo de nuevo fue un cabo suelto que no logre ajustar—lo observo deliberadamente tratando de ocultar sus deseos internos—Quiero que desaparescas de mi vida... por que si no... cometeremos un error.—

—Entonces sera el error mas hermoso del mundo, Himiko.—el muchacho contemplado de justicia y de carácteres heroicos se detuvo a contemplar la belleza de la vampira

—No digas mi nombre, por favor... simplemente no lo hagas—acorralada por uno de los muchos arboles naranjas del campo en otoño de la parte trasera de la escuela abandonada.

—Lo siento... pero por desgracia me encanta tu nombre, lo repetire las veces que sean necesarias hasta que recuerdes el por que me diste el permiso de hacerlo—con un toque gentil al momento de tomar la muñeca de la ceniza para detener su ataque con ese cuchillo con el cual casi lo apuñala aquella desastroza noche de campamento.

Cuando su corazón latio por verla de nuevo.

Las hojas del arbol comenzaron a caer de las ramas, la respiración agitada de ambos en aquella secundaria donde fueron compañeros, rodeado de arboles de color rojizo al sonar del otoño. Con una mano en el pecho del chico que la atrapo en sus encantos al haberlo flechado desde antes de desaparecer de su vida al terminar el último año de secundaria. Los ojos color avellana hacian contacto visual con aquellas esmeraldas verdes donde se veia la determinación y la valentia de un chico decidido siendo besado por este y sus lenguas danzando

Su cabello dorado sucio caia sobre sus hombros por culpa de sus coletas desordenadas, con sus mejillas antes palidas siendo cubiertas por las costas de un riachuelo rojo por culpa de sus sangrientos sentimientos. Sus labios siendo prisioneros por esos labios masculinos quien sin titubear la habian acorralado en el arbol de otoño. El deseo de separarse estaba en su cabeza, pero su pecho, donde su corazón descansaba parecia decir otra cosa. El sueño revivido entre las víctimas que desecho para olvidarlo no habian valido la pena cuando se robo su ahora sexto beso consecutivo del mismo chico en una sola tarde.

—Deku-kun.—trato de separarse al poner ambas manos sobre el unifome de la academia donde este pertenecía y ataco alguna vez, donde volvió a verlo tras su desaparición al adentrarse en el mal por culpa de su don

—No, no, no... No me llames asi, llámame por mi nombre, como lo hacias cuando estabamos juntos...—con el arranque de su instinto masculino al romperse por ella y vivir sin su presencia por casi un año entero—Himiko-chan... eres tan hermosa como lo recuerdo.—

Izuku Midoriya luego de horas de haber recibido su licencia se habia lanzado a las calles por una diabla en ropas de una colegiala. Olvidando aquel look de chica inocente de secundaria con una mascara que ocultaba su verdadero rostro.

Para Himiko Toga quizas fue una mala jugada volver al lugar donde consagro su enamoramiento mas profundo, aquella secundaria donde observo por primera vez el como aquel chico corto con un pedazo de vidrio la palma de su mano para que un rio de sangre bajara hasta llegar a su lengua y calmar esa hambre insasiable por culpa de su don. Secundaria donde el joven de cabellos verdes la encontró sabiendo su secreto.

El secreto de ser un engendro del mal con doble cara que solo piensa en la sangre, y que sin embargo le ofrecio su ayuda.

—Por que te aferras tanto a mi... eres un maldito obsesivo sin remedio, que diran las personas al respecto...—conjugo ella—Un héroe y una villana, es una metafora sin sentido...—

—Has estado en mi maldita cabeza desde el inicio del año, la forma en como carcomes mi mente me esta matando y cada uno de mis sentidos esta por los aires de tan solo imaginarte, el deseo de estar contigo va más alla del anhelo de solo hablarte y ver esa hermosa sonrisa sonriendo solo para mi.— Midoriya la acorralo sobre el arbol, el mismo arbol donde alguna vez ambos antes de volverse enemigos habian firmado sus nombres—Si piensas que nunca iba a amarte por ser un montruo, entonces estas equivocada, ambos somos iguales.—

—Te jugaras el hecho de hacer perder tu carrera como el héroe que siempre deseaste ser por alguien como yo... estas loco...—el tener su cara en su pecho se sentia tan bien, como en el pasado

—Me jugare la vida si es asi, te deseo con todo mi ser, lo que siento por ti se compara al arrebatar vidas para crear un puente y llegar hasta ese angel sangriento del cual me enamore completamente. Un angel de cabellos de oro y unos hermosos ojos de color avellana y piel delicada cual porcelana, con una sonrisa de mil soles con esos tiernos colmillos de alfiler que tanto me gustan escondidos por tus hermosos labios—el hombre aveces es conocido por ser directo, pero un hombre enamorado de la injusticia se compara a compactar con un diablo—Deseo que me pertenescas, te deseo solamente para mi y de nadie mas. Como alguna vez lo fuiste.—

Alzando la cabeza de Himiko con un dedo para ver esas ventanas al alma, dejando un sentimiento de amor colectivo y adictivo donde un hombre demostraba su dotes de obsesión como un rey vampiro a su reina.

—Tu me perteneces solo a mi, Himiko Toga, quiero que seas completamente mia.—con el mismo cuchillo que ella intentó apuñalarlo, corto la palma de su mano dejando escurrir su sangre para el anhelo de la villana

—...Izuku...—Himiko solo beso la mano sangrienta del joven con el sueño de ser completamente de él extasiada por probar su sangre de nuevo, la reina vampira siendo adiestrada por el rey vampiro con el uso de su dulce sangre sagrada para bien o para mal.

Una extraña y enferma forma de demostrar el amor, con un futuro incierto.

FIN DE DRABBLE