Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: Terminado - Vol.2 - 01/Septiembre.]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚 & 𝐔𝐧𝐨

🤍✨ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴ ɪɪɪɪɪ/ɪɪɪɪɪ ✨🤍

┏━━━━━୨♡୧━━━━━┓
ꜱɪɴ Qᴜᴇʀᴇʀ 6/6
┗━━━━━୨♡୧━━━━━┛

Hoy solo trabajaría hasta mediodía, me hubiese gustado quedarme la jornada completa, sin embargo, aún hay cosas de las cuales necesitaba encargarme.

Trataba de no ver hacia su oficina, porque sentía su mirada sobre a cada momento.

—Lo tengo todo listo.

—Bien, eso debes usarlo el lunes con el señor Biel.

—¿Entonces la otra presentación es para?...

Levanté la mirada para ver a Jazmín a los ojos, ¿de verdad lo había olvidado? Se lo he dicho unas tres veces en todo lo que va de semana.

Con paciencia tomé el IPad de sus manos y le mostré los diferentes documentos.

—Para el señor Biel, y para el señor Clayton.

—Bien.

—No lo olvides, Jazmín, si se te ocurre preguntarle lo más seguro es que te regañe por no recordarlo... y no lo quieres enfadado contigo durante una reunión.

No guardaba buenos recuerdos.

—No lo olvidaré.

Salió de la oficina dándome el chance de seguir recogiendo mis cosas, o más bien dejándolas en orden, porque no tenía planes de llevarme nada aquí, al menos que encontrara algo que sí desee.

Por último, rebusque en los cajones, encontrándome la pequeña tarjeta que trajo su último obsequio. Este prefería conservarlo, como recuerdo.

La dejé en mi bolso y di por terminado mi registro; dejé todo en su lugar para que Jazmín pudiese ocuparlo.

Caminé hacia su oficina con la única intención de despedirme. Toqué su puerta y esperé hasta escuchar su voz; no me animé a pasar, solo me mantuve en la entrada. No me sentía bien emocionalmente, han sido tres años de mi vida compartidos con ese hombre y, en la manera en la que he llegado a quererlo es complicado de explicar. Con cada minuto mi odio hacia Elaine aumentaba de una manera alarmante.

—Ya me voy.

Asintió lentamente sin decir nada, aunque la verdad no creo que haya nada que se pueda decir a estas alturas, más que buen viaje. Me gustaría poder decirle que le escribiría en cuanto llegara, sin embargo, no sé hasta qué punto eso sería prudente.

Retrocedí un paso al ver que nada decía, conservaba la esperanza de que lo hiciera, sin embargo, eso no fue lo que pasó, o no hasta unos segundos después.

—Avísame si decides regresar, ya sabes que no me gustan...

—Las sorpresas —terminé la frase por él en un susurro. —Ni siquiera las que son planeadas.