✨ 14. Traidor

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[Día siguiente]

Jean se agachó junto a los niños, y sacudió ligeramente a la castaña para despertarla.

– Despierta.

Gabi despertó, sorprendiéndose al verlo, y se incorporó; a su lado, Falco despertó y se sorprendió también, incorporándose para ver al mayor mejor.

– Es hora de irse –se puso de pie.

– ¿Nos ayudarán?

– Por supuesto –confirmó, alejándose.

Ambos pequeños sonrieron, mientras lo seguían con la mirada


Jean tomó a Reiner por el cuello de su chaqueta y lo zamarreó para despertarlo.

– Despierta de una vez, Reiner –lo soltó, llevando las manos a su cintura.– ¡Ya se te curaron las heridas!

El rubio lo miró, aún aturdido.


Tras preparar todo, el grupo subió a las carrozas, y ambas avanzaron manejadas por Armin y Mikasa. Jean pensó un momento y miró a la niña.

– Gabi –llamó. Ambos niños lo miraron.–, siento haberte pateado –ambos levantaron las cejas con sorpresa.– ¿Estás bien?

– Sí –sonrió.– Estoy bien.

– ...Bien –sonrió.– Reiner, a ti no pienso pedirte perdón –negó borrando su sonrisa.

– Ya está bien así.

Hubo unos segundos de silencio, hasta que Annie miró al castaño y preguntó:

– ¿Y a mí?


Connie miró de reojo a un lado y exclamó sorpresa.

– Es el Carguero.

Todos miraron en la misma dirección, menos Yelena que se mantenía con la cabeza baja, depresiva, y Levi que seguía durmiendo.

– Paren. Pasó algo –ordenó Magath.

Ambas carrozas se detuvieron. Pieck se detuvo delante y sacó la mitad de su cuerpo del titán.

– Los Jaegeristas tomaron el puerto. Debieron llegar en tren. Hay muchos soldados listos y equipados con armas anti-titanes.

Tn levantó las cejas con sorpresa, y sonrió de lado.


Al llegar cerca del puerto, el grupo se detuvo, y Hange y Magath subieron a una pequeña colina para observar la situación en el puerto; por su parte, abajo, el grupo se preparaba para el ataque.

– No esperaba que Floch actuara tan rápidamente.

– Si los Jaegeristas destruyen la aeronave, se acabó. ¿Por qué lo hacen?

– Quién sabe. Probablemente no estén seguros de si intentaremos detener a Eren –lo miró.– Es fácil destruir la aeronave, pero si se acaba el mundo, recuperar esa tecnología costará decenas de años. Y si quieren un continente vacío, necesitarán aeronaves. Probablemente tomarán el puerto para conseguir las aeronaves y a los ingenieros Azumabito. Pero si descubren que estamos aquí... –él la miró.– ...harán pedazos la aeronave de inmediato. Y no sé si los Nueve Titanes podrían impedírselo.

El hombre cerró el binocular.

– Si tropezamos aquí, jamás venceremos al Fundador –lo guardó y se dio la vuelta, mientras la de lentes se levantaba.– Planeemos algo –la miró.

Genius ✨ Armin ArlertWhere stories live. Discover now