Capítulo 8

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Ya estaba acabando la primera semana de clases, era viernes, y Lexa debía de admitir que había sido agotadora.
Muchos proyectos y trabajos en grupo, por suerte estaba con sus amigos en la mayoría de ellos.

John, por ser un chico dulce y muy atractivo, había atraído la atención de varias chicas y casi siempre lo buscaban.

Lexa sonreía al ver lo bien que se había adaptado. La única que no parecía feliz era su hermana, Octavia. Era una celosa de primera, decía que si su hermano se echaba de novia la iba a olvidar completamente a ella y más nunca tendrían noche de video juegos, pero John le aseguraba que no iba a ser así.

Lo importante es que esa misma tarde era la tan famosa audición para el equipo de animadoras y casualmente, después de haber escuchado a Reyes hablar sobre el tema, Octavia había decidido entrar también. Y ellas cómo buenas amigas debían de estar allí para apoyarla, el pobre de John también había sido arrastrado a la tortura.

Las gradas estaban casi vacías, habían algunos chicos riendo pero estaban en una esquina apartada, ya que todos los chicos populares estaban vistiendo el uniforme deportivo de fútbol americano o el traje de porrista.

También eran las pruebas para entrar al equipo. Estaban todos los chicos «que para el disgusto de Lexa y sus amigas eran atractivos» entrenando en el campo de fútbol. Habían franjas blancas pintadas en el césped y los arcos característicos a los dos extremos de la cancha.

Ellas estaban sentadas en la primera fila.

Anya hablaba con los chicos mientras Lexa intentaba conversar tranquila.
Estaba nerviosa, no sabía por qué, ya que por suerte Anya lograba caerle bien a todo el mundo, así que cualquiera que no fuera parte del grupo de Clarke, no le dejaría en ridículo.
Intentó calmarse, debía de hacerlo, pero justo cuando empezaba a relajarse las chicas salieron de los vestuarios, emocionadas, mientras agitaban los pompones azules.

El problema no era el uniforme, el cual era una camiseta blanca y azul manga larga que llevaba las insignias del colegio grabadas en dorado o la falda cortísima azul, que ondeaba de un lado al otro.
El problema era quien lo usaba y Lexa casi se quedó sin corazón al ver a Clarke.
Su cabello rubio brillaba con el sol de un color más claro y estaba sujeto en una cola alta mientras el uniforme se moldeaba en su cuerpo, resaltando las curvas de la cadera de la rubia y la falda «si es que podía considerarse una prenda de vestir» dejaba ver sus piernas perfectas.

Lexa ni se molestó en disimular, observaba fiiamente a la rubia mientras ella hablaba con sus amigas en el campo.

Octavia las saludó y también lucía muy bien en el traje, pero ni Luna o Lexa la notaron del todo, ya que estaban concentradas en las dos chicas. Raven vestía igual que Clarke y hablaba animadamente, colocando las manos en su cadera.

Anya seguía sorprendida de que Luna aún no se hubiese desmayado.

-¡Chicas!- les Ilamó la atención y a duras penas sus dos mejores amigas lograron mirarla -Estamos aquí por Octavia, ¿lo recuerdan?

Lexa cabeceó cómo idiota, el aire no le llegaba a los pulmones. En cambio, Luna escondió el rostro en sus manos y comenzó a bufar, fastidiada.

Justo la rubia de ojos azules eligió aquel momento para alzar la mirada.
Examinaba las gradas con desesperación, como si estuviera buscando a alguien, hasta que su mirada se posó en los profundos ojos verdes de Lexa. Clarke intentó actuar indiferente y le sonrió hipócritamente mientras Lexa echaba humo, esa niñita se estaba burlando de ella y estaba dejando que lo lograra.

«Idiota, idiota».

-¡A sus posiciones!- gritó la entrenadora y las animadoras comenzaron a formar un
grupo.

Rivales - ClexaWhere stories live. Discover now