𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 | 𝖨𝗌𝖺𝖺𝖼 𝖦𝖺𝗋𝖼𝗂𝖺．

15. statements

Todos nos encontrábamos sentados en la mesa, con caras de fastidio. Llevábamos ahí apenas minutos, y ya sabíamos lo que nos esperaba. Katherine me pasó una bolsa con hielo para ponerla en mi mano lo que le agradecí con una sonrisa.

George tomó la palabra:
— Saben que su madre y yo no toleramos
las peleas. — se encogió de hombros — No es algo nuevo, ¿o si?

Siguió la pelirroja:
— Ya no son niños pequeños. Deben resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia. — bajo la mirada a Alex, quien se encontraba de espaldas, le tocó el hombro — Mírame. Ahora.

El de pecas suspiró y se volteó para poder verla. Ella alzó las cejas.

— Ustedes son hermanos lo que tienen es valioso y es frágil. Y Dios sabe que lo pueden perder en segundos. — dijo mirándolo fijamente. Sus ojos se habían comenzado a poner llorosos, pero ninguna lágrima salió. — Están castigados por un mes.

Enseguida alce la vista boquiabierta. Todos habían comenzado a quejarse en voz alta.

— ¡¿Qué?! ¿Incluso yo? — me señale a mi misma.

La pelirroja se encogió de hombros con una mueca. — Lo siento, Olivia.

Resople pasándome una de mis manos por mi cara. — No es justo. Yo no he hecho absolutamente nada.

— Además de que estuvieras en la bolita — señaló a los chicos —, me comentó el profesor Hendrick que te quedas dormida en todas sus clases.

— ¡Pero ese es otro tema! — exclame.

Las últimas dos semanas fui regañada casi todos los días por el profesor porque me quedaba dormida en su materia, pero era algo que no podía evitar. Hablaba tan lento y con tranquilidad que me daba sueño nada más de escucharlo.

— Un tema que no se puede dejar pasar. — alzó las cejas.

Resople y puse mi cara entre mis brazos, escondiéndola. Danny fue el siguiente en hablar:

— ¿Y la audición para la obra?

— Puedes ir a la audición, solo porque es parte de la escuela.

— Y van a hacer tareas adicionales antes de la escuela — habló George. — hasta que diga lo contrario.

Lee suspiro — ¡Eso no es justo! Nosotros no peleamos — señaló a todos, excepto Alex y Cole.

Katherine respondió:
— Disculpa, ¿crees que es solo por la pelea? Sabemos que han mentido con Cole, mientras él mete a chicas en la noche — dijo verdaderamente molesta.

Todos desviaron la vista de la pelirroja con cara de molestos.

— Está bien que tengan privacidad, pero no está bien mentir. ¿Quedó claro? — alzó las cejas, ahora mirando a Cole.

El asintió.

Como todo quedo en silencio, pensando que ya podíamos irnos. Nos pusimos de pie para salir de ahí. Cuando estaba apunto de tomar mi mochila, la pelirroja nos detuvo.

— ¿En que momento he dicho que se pueden ir? — frunció el ceño.

La miramos perplejos. Apreté los labios, dejando mi mochila de nuevo y tumbándome de nuevo en mi asiento. George explicó:

— Todos ustedes, se quedarán en esta habitación hasta que estos dos arreglen las cosas — señaló a Alex y Cole, quienes rodearon los ojos.

El rubio parecía que se lo tomara a juego, no podía evitar sonreír divertido ante la situación. Una vez que los mayores se fueron, rodee los ojos y coloque mi cara entre mis brazos.