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💫 Conexión estelar y Planetaria💫 . . .
La brisa entraba suave por la ventana y daba gracias el haber escogido aquel lugar del salón, siempre había elegido irse por los lugares al fondo de la clase y usualmente del lado de la pared. Por lo que siempre quedaba muy bien escondida. Pero aquel año era diferente, sentía que el haber encontrado a Haruka, por fin la hacía sentirse tranquila.
Mientras su Reina estuviese bien, el resto le importaba un soberano pepino. Las cosas importantes para ella siempre resultaron ser las justas y necesarias. Por lo que asistir a la academia Mugen le daba exactamente igual, no le gustaba en particular nada que tuviese que ver con lo que le recordaba que era una prodigio solo por ser de una familia importante y reconocida.
Disfrutaba hacer lo que hacía, tocar el piano no era algo que ella hiciera por demostrar que era buena en ello. Sino porque la música lo era todo para ella, era como su sitio seguro. Si tenía música entonces estaba a salvo, similar a lo que sentía cuando se subía a su moto. Si tenía adrenalina, el viento chocando contra su cuerpo y la moto con la que podía subirle la velocidad todo lo que quisiera, entonces se sentía viva.
Pero al parecer, el sentirse viva solo con aquello era una vil auto mentira que se había impuesto ella misma y ahora se daba cuenta que el haber encontrado a Haruka era lo que la hacía sentir realmente viva.
Porque ella era su vida.
Sus ojos se centraron en las nubes que había en el cielo, prestando especial atención al movimiento rápido que tenían. Se desplazaban con rudeza en el cielo y comprendió que algo no encajaba. Pues al mirar otra zona del cielo sus cejas se fruncieron dando paso a una expresión sería. Las nubes de esa zona iban muy lento y no se desarmaban como las que anteriormente había visto.
Luego recordó el fenómeno que habían descubierto hace dos días. Hanae estaba segura de que el enemigo no tenía rencores con la princesa de la luna, así que descartó la idea de que fuesen antiguos enemigos. Pero eso solo dejaba más preguntas que respuestas y por un momento, había cruzado por su mente ir a Sagitarius Zero y preguntarle directamente a Ofiuco qué era lo que estaba pasando realmente.
La campana de salida la saco de sus pensamientos casi que de forma brusca. Así que tomando sus cosas, se levantó de su asiento y metió todo en el bolso de forma ordenada, mientras aún le daba vueltas en la cabeza a lo que estaba pasando en el cielo, una brisa primaveral entro a su salón. Acariciando desde los pies hasta las puntas de su cabello, la brisa la invitaba a mirar por la ventana y así lo hizo.
Su corazón se saltó tres latidos, para luego sentir un leve calor en las mejillas mientras sus ojos se entrecerraban, dejando una expresión de amor en su rostro. Allí a bajo, esperándola, se encontraba Haruka Tenou mirando hacia la academia con una leve sonrisa que parecía delatar la nostalgia que la invadía al ver aquel lugar.
