Capitulo 02

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Catherine

¿Cuánto dura el luto de una persona?¿Cuándo es que verdaderamente se olvida el dolor de haber perdido a una persona a la que verdaderamente amaste?

He escuchado que el tiempo cura las heridas que las personas tienen en sus corazones, ¿pero las de mi padre cuando terminarán de ser curadas?

Él mismo se encarga de que esa herida nunca cicatrice, él es quien nunca me deja sanar por completo.

Casi de dos décadas y el odio que me tiene mi padre no se ha borrado ni siquiera un poco, sino que cada día crece más. Cualquiera diría que debe de amarme siendo el último regalo que mi madre pudo haberle dejado, pero es todo lo contrario.

Es como si yo fuera la única causante de todo su sufrimiento y en parte tiene razón, porque yo fui quien le arrebato a la única persona que había logrado amar en la vida.

–La señora Johana vendrá hoy– aviso mi padre dando un bocado a su comida.

Eran raras las veces que mi padre y yo compartíamos la misma mesa, ya que él solo se la pasaba en su despacho atendiendo las necesidades del pueblo o negociando con otros reyes o personas de la realeza, pero la verdad es que era mejor que él comiera en un lugar donde yo no estuviera.

Ya que siempre él terminaba gritándome o dándome algún golpe sin remordimiento alguno.

–La estaré esperando– asentí bajando la mirada y limpiando la comisura de mis labios.

–Cuando estés hablando conmigo me tienes que mirar a la cara– dio un golpe sobre la mesa que me hizo dar un pequeño respingo.

–Si padre– eleve la mirada tal y como él me había ordenado.

¿Porque lo obedecía?

Por el simple hecho de que le tenía miedo, miedo a que se levantará de esa silla y viniera a golpearme hasta que se cansara o que alguien lo estuviera esperando en su despacho. Miedo a que me golpeara y los moretones fueran tan difíciles de ocultar con maquillaje que no pudiera ir al pueblo y tener que quedarme encerrada en mi habitación durante varios días solo para que los moretones pudieran ocultarse con maquillaje.

Porque los moretones de los brazos siempre los he ocultado con vestido de mangas largas, pero los del rostro son más difíciles de ocultar con maquillaje ya que se pueden infectar.

–Me voy– se terminó de beber el jugo de naranja para después ponerse de pie y acomodarse el saco– verte la cara es muy desagradable.

Gire mi rostro haciendo que mi vista se perdiera en algún punto inespecífico mientras mi padre salía del comedor y me dejaba sola.

Los ojos me picaban amenazando que de ellos brotarian las lágrimas recorriendo el camino que ya se sabían de memoria.

Me levanté dejando la servilleta sobre la mesa, el plato todavía tenía pedazos de fruta que ni siquiera había probado, el solo tener a mi padre enfrente mío me hacía perder el apetito.

La promesa del amor (Completa ✔️)Where stories live. Discover now