¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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✨Selena✨
—¡¿Quiero que me digas quién te ha enviado flores?! — fue lo primero que escuché al entrar a mi casa.
Ingresé sin verlo y observando alrededor.
—No sé de qué hablas — respondí sin titubear y fingiendo demencia.
Me tomó del brazo para hacerme girar y al fin verlo a los ojos celestes, el fuerte olor a licor se roba protagonismo en este momento, ha estado bebiendo y ni siquiera entiendo el motivo.
—¿Por qué has tomado en casa?, ambos tenemos prohibido beber temprano ya que la niña...— empieza a negar y a reírse.
—¿La niña?, ¿nuestra hija?, ¡siempre es lo mismo!, ¡desde que nació yo me volví nada para ti!, de hecho fue desde que supiste que te embaracé— apretaba más mis brazo y yo me empezaba a molestar cada vez más.
—Suéltame — ordené.
—¡No!, ¡ya estoy cansado de que quieras darme órdenes!, ¡soy tu marido no tu juguete!, ¡responde lo que te pregunté! — su rostro se acercaba más al mío, nunca lo había visto tan molesto.
—¡Suéltame Alessandro!— vuelvo a exigir molesta y mirándole fijamente.
Aprieta más y es cuando no lo pienso mi mano se funde con su mejilla, golpeándolo fuertemente tanto que le hago un rasguño con el anillo de compromiso que yo misma elegí. Lleva su mano a su rostro y observa la sangre en sus dedos.
—¡¿Cómo te atreves a golpearme!? — grita ahora tomándome de ambos brazos y sacudiendome.
—¡Ya! — grité esta vez furiosa e intenté forcejear con él —¡si sabes lo que te conviene será mejor que me sueltes estúpido! — advertí — me tienes harta, toma tus cosas y lárgate de mi puta casa, ¡no quiero verte! — grite cada vez más molesta.
—¿Qué? — pregunta incrédulo — ¿estás jugando?, ¡no puedo irme del lado de mi hija!, ¿qué le vas a decir cuando pregunte por mí? — empieza a chantajearme, lo sé por su tono de voz.
Además yo también soy manipuladora de alguna forma aceptar mis puntos negativos ha hecho que me de cuenta lo que está bien o no, al menos Dafney ahora estará orgullosa de mí.
—Me importa una mierda — respondí como hace mucho tiempo quería hacer y no lo había hecho por mantener en el seno familiar compresivo y pasivo a mi hija — me importa una mierda, tú y todo lo demás, he dicho que te largues de mi casa, llévate solo las cosas que hayas comprado con tu dinero — advertí — esto te va salir caro.
Me di la vuelta y empecé a subir las escaleras aún sintiendo dolor en mis brazos, maldito idiota, odio que me toquen así, lo detesto, me vuelve loca y sale la parte que he tratado de suprimir de mi, mi lado vengativo, destructor y maligno.
