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"Aunque me enteré de que participabas en el festival, pensé que volverías tarde. Pero, ¿no es demasiado volver a esta hora?".

Ella misma debe saberlo también. Esta situación de encontrarme culpable sólo por volver tarde era bastante ridícula. No soy una niña, ¿qué problema surgiría por volver al amanecer? No había necesidad siquiera de discernir la intención de Yuria. Simplemente le caía mal, se sintió irritada en el momento en que nuestras miradas se cruzaron.

Si no era eso, probablemente pretendía encontrarme defectos y decirme algo. Aunque sabía que esta suposición no era ordinaria, la personalidad de mi hermana Yuria era originalmente así. Arrogante y distante. Por lo tanto, ella miraba por encima del hombro a aquellos que no podían alcanzar sus estándares.

¿No era natural que no me viera con buenos ojos a mí, que nunca había sido capaz de ganarme su favor desde la infancia? En el pasado, intenté complacerla y soportarla de alguna manera... Pero ahora, no quedaba ni una pizca de esos sentimientos en mí. Si ella quería odiarme, era mejor aceptar plenamente ese odio. Muriendo 100 veces, me di cuenta de que Yuria y yo nunca podríamos coexistir.

"Es así".
"No 'es así'. Te pregunto si tienes sentido de la responsabilidad o no. ¿No sabes que Padre está a cargo del Festival de la Luna Llena de hoy? Si Padre está ocupado, tú y yo tenemos que dar un paso adelante y..."
"No entiendo muy bien lo que quieres decir con dar un paso adelante. ¿No revocaste toda mi autoridad para hacer cualquier cosa?"

Directamente, por la Jovencita. Ante mis palabras pronunciadas en voz baja, los ojos de Yuria se entrecerraron. Aunque era algo que yo recordaba, la razón por la que ella no podía recordar era probablemente porque eso era todo lo que yo le había dicho. Quien me quitó la autoridad para actuar como miembro de la familia Taylor fue Yuria.

Por eso me despreciaban incluso los sirvientes de esta finca ducal. Lo había olvidado porque nunca le di importancia. Mientras la miraba sin expresión, Yuria chasqueó la lengua y replicó.

"No creerás de verdad que no eres miembro de los Taylors sólo porque tu autoridad fue revocada, ¿verdad? Y tu autoridad fue revocada porque tus errores fueron graves".

Mis errores, dijo. Ahora que lo pienso, también entonces mi autoridad desapareció porque ella encontró una falta en que yo volviera tarde. Entonces, ¿qué me diría esta vez? Yo tampoco tenía ganas de escuchar. Si me limitaba a escuchar, sólo dañaría mis emociones innecesariamente, así que quise simplemente disculparme una vez e irme.

"Tienes razón. Me equivoqué".
"...¿Qué?"
"Me disculpo por volver tarde. Siento haber causado preocupaciones innecesarias. Tendré cuidado de volver temprano la próxima vez".
"Nunca me preocupé por ti."

Eso no es asunto mío. Sabía que a ella no le importaría, así que ahora sólo quería ir a mi habitación y descansar. Estaba bastante agotada tanto física como mentalmente de salvar a Arwen y tratar con Adele en el proceso. Si mis emociones eran provocadas, mis agudos sentimientos podrían estallar.

Así que incliné la cabeza y me disculpé lo más educadamente posible, y luego me di la vuelta. No había necesidad de una larga conversación con Yuria. Aunque estaba bastante sorprendido de encontrarme con ella hoy, eso era todo.

Eso fue lo que pensé.

"Como era de esperar del hijo que Madre apreciaba".

...Si no hubiera oído esas palabras, habría vuelto a mi habitación. El hecho de que el nombre "Madre" llegara a mis oídos hizo que mis pasos se detuvieran bruscamente.

"Siempre mimándote, sin darte cuenta de tu propio papel ni siquiera ahora. Siempre ocupándote de tus propios asuntos y nunca preocupándote por la familia. ¿Es cierto que el amor hace que uno se parezca al otro?"
"Jovencita".

El 101º Mal Final Del HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora