"Un vistazo al pasado te hace entender el presente"
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Era un día de exterminio "normal" ya que los angeles arrebataban almas pecadoras, destrozaban sus cuerpos con aquellas armas angelicales, algunas la dejaba abandonadas en el cuerpo de estos mismos parecía no importarles, solo extendían su vuelo con aquellas alas blancas con negro, con unas manchas rojas por la sangre.
Desde un palacio una pequeña infante con su madre observaban aquellas atrocidades, apenas había empezado el ataque y estaban arrebatando almas con una gran intensidad.
— Mami — llamo la infante mientras miraba aquel ataque con unas expresiones de horror, a ella nunca le gustó ver a su gente ser asesinada.
— ¿Que sucede Charlie? — decía aquella mujer de una buena estatura mientras que bajaba su mirada a la más baja.
—0¿Por qué ellos hacen eso? — decía mientras señalaba la ventana donde se encontraba aquella escena desagradable, no le gustaba que su gente sufiera, pero aún no comprendía por su corta edad cuáles eran esos sucesos que ocurrían en el infierno una ves al año.
— Oh, ¿Eso? — dijo Lilith mirando lo que su hija señalaba, con un tono normal respondió — Verás Charlie, eso que miras se llama exterminio, esto es el resultado de una de las decisiones de tu padre — dijo Lilith con una total normalidad, sin darle mucha importancia al tema.
Charlie miro a su madre confundida a su madre con una expresión de tristeza, ella no creía que su papá hubiera ordenado eso, miro de nueva cuenta la ventana mirando como aquellos angeles desmembraban a los pecadores, y eso que el siempre hecho de mirar eso le revolvía el estómago hubiera sido peor que escuchará los gritos atormentados de quellos demonios que tuvieron la desgracia de ser los siguientes en ser eliminados.
— No creo mami — dijo casi segura la pequeña mirando a su madre con determinación.
— ¿No crees que? — respondió mientras bajaba su mirada de nueva cuenta.
— Que mi papi haya ordenado eso, mi papi nunca pediría que su gente fuera asesinada, el los quiere mucho yo lo se — decía la infante de unos dos años o tres años con ganas de empezar un discurso motivacional defendiendo la idea de que su padre no sería capaz de aquellas atrocidades y decisiones.
