Capítulo 7

11 1 0
                                    

✧EL CAMPAMENTO DE LOS ELFOS✧

 

 

Cambié de dirección bruscamente, dejando mi cuerpo descender a las profundidades rocosas. Mi perseguidor tuvo que enrollarse sobre su propio cuerpo para poder cambiar su curso y seguirme hacia abajo. Descendió incluso más rápido que yo, propulsado por su potente cola de pez.

Y esa fue su perdición.

Avanzó tan rápido en mi dirección que mi espada no tuvo problemas para atravesar su cráneo. Había apoyado el mango de la misma contra una de las rocas del fondo para asegurar que se mantuviera estática incluso con la fuerza aplicada. Mi cuerpo, junto a las plantas del lago, habían logrado camuflar la hoja metálica hasta que fue demasiado tarde.

La fuerza con la que el kelpie había arremetido en mi dirección aseguró que mi espada mantuviera su posición mientras lo atravesaba de forma limpia.

Esperé un minuto... Dos... La sangre emergía de su cabeza como una fuente sin fondo; su sabor metálico impregnando mi boca. Tres minutos y el kelpie seguía flotando inmóvil.

Suspiré agotada una vez estuve segura de que el caballo realmente estaba muerto. Ahora el problema era desenterrar mi espada. No lograba simplemente sacarla por dónde mismo se enterró. Tuve que sostenerlo de la crin y cortarle la cabeza para poder separarla de su cuerpo.

Con la cabeza equina en una mano, me propulsé hacia la superficie. Al salir a la intemperie pude escuchar las voces de Ambrose y Tobías discutiendo con los soldados. Sequé el agua de mis ojos con un movimiento brusco y nadé hacia la orilla.

—¡¡Faith!!—Ambrose fue el primero en correr a darle un abrazo asfixiante a mis piernas.

—¡¡Sabía que estabas viva!!—Chilló Tobías alegre antes de darme un abrazo también.

—¿Os encontráis bien?—La voz vacilante de la princesa me detuvo de consolar a los gemelos.

Ella portaba un vestido de un tono pastel cálido. Su cabello aún mojado se le pegaba a la ropa y la cara. Y esos enormes ojos azules me miraban con genuina preocupación.

—Logré matar al kelpie—Me encogí de hombros, masajeando mis costillas.

—Gracias a Dios...—Suspiró aliviada llevándose una mano al pecho.

Me aclaré la garganta y extendí mis brazos a mis lados en un claramente ofendido: "¿Y yo qué hice?".

—¿De nada?—Evidentemente hablé con sarcasmo.

—Ah. Perdón. Gracias a usted por salvarme—Se corrigió, dándome una sonrisa apenada.

—Su Majestad, no debería darle las gracias a una hereje como ella—Por supuesto, Argus intervino en la conversación—Debería simplemente erradicar a las criaturas del Diablo sin esperar algo a cambio.

Puse mis ojos en blanco bajo mi máscara. Si me dedicara a simplemente matar hadas sin esperar algo a cambio, mi oficio como mercenaria no rendiría frutos. Tendría que limitarme solamente a rastrear objetos y matar humanos o simples animales.

—Como mercenario te morirías de hambre.

—Si llego a ser un mercenario, preferiría atravesar mi corazón con mi espada—Gruñó en mi dirección, mostrándome sus dientes de forma amenazante.

—Qué dramático...

—¿Faith, qué le pasó a tu mano?—Alasthair detuvo nuestra diatriba, acercándose demasiado a mi persona.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 09 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

NAMELESS -just a little fairy tale-Where stories live. Discover now