Dueto - Miraculous Ladybug [Luka Couffaine x OC]

Capítulo 17

(...)

La partida del padre de Mei y su regreso a China marcó el comienzo de una nueva etapa para Mei en París. Con la tranquilidad restaurada, la vida de Mei retomó su curso normal (o dentro de lo que se podía definir como normal).

Salida con los amigos de Marinette, pasear antes de ir a la escuela, esconderse de Akumas y villanos que atentaban contra París. Lo normal.

Esa era su nueva normalidad, y dentro de todo el caos que se permitía, lo disfrutaba.

Pues Mei finalmente tenía calma en su interior, sin importar lo que afuera ocurriera.

*Inicio del recuerdo*

--- Recuérdame, ¿cómo se llamaba?

--- (Mei rio, intentando ayudar a su padre a tomarlo) Se llama macarons. Aprendí con Marinette a hacerlo.

--- (Observándolo) Es pequeño.

--- Es la idea. Es similar a una galleta con crema, pero no es una galleta. Creo.

--- No recuerdo nunca haber visto alguno. (Probándolo, sonrió limpiándose) Bueno, no es como que hubiera salido con los jóvenes antes. Quizás ya hay locales donde los venden.

--- De seguro que sí (sonrió feliz al ver como su padre le imitó al instante) Nunca había cocinado antes, pero fue una de las primeras cosas que aprendí llegando aquí.

--- Tenemos a Lu-Shu, al final nunca necesitamos cocinar. (tomando su mentón desvió la mirada) Ahora que lo pienso...

--- ¿Uh?

--- Creo que nunca me he preparado mi propio café.

Mei: (sorprendida, suspiró con una sonrisa) ~Bueno, es una consecuencia de nacer en una familia rica. Sería un caso especial si supiera hacer de todo~

--- ¿Cómo aprendiste a preparar tu café? Usas grano y lo mueles por ti misma, ¿no?

--- No es tan difícil (Mei rio, comiendo otro Macaron) Intenté usarlo por mi cuenta hasta que me salió, casi destruí la cafetera hasta que Lu-Shu me atrapó.

--- (el mayordomo quien estaba preparando el té sonrió) Me recuerdo perfectamente.

--- (Mei rio, avergonzada mientras desviaba la mirada) Bueno, después de eso, le pedí a Lu-Shu que me enseñara cuando él no estuviera. Y así aprendí a usarla bien.

--- (Yan sonrió al verla, acariciando su cabeza) Me alegra que no destruyeras nada.

--- (avergonzada) Bueno, todavía.

--- (rio) Ten cuidado. Quizás cuando regreses a casa, podamos cocinar juntos y así me enseñas.

--- (sorprendida sonrió bajando la mirada) Se van mañana a China, ¿verdad?

--- De madrugada. Prefiero no despertarte cuando tengamos que irnos.

--- (levantándose con cuidado se acercó) ¿Y si preparamos la cena en la noche?

--- (avergonzado) Quizás no salga bien. Tengo buen pulso para hacer cirugías complejas, pero cocinar es diferente...

--- Será un buen recuerdo (sonrió con tristeza) Además, cuando las cosas son demasiado perfectas, es difícil disfrutar el simplemente hacerlo. Así que mejor intentémoslo ahora...