Capítulo 11

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Catherine

–Si entrecierra los ojos mirando aquellas estrellas– apunto con su dedo alguna parte del cielo– se puede formar un pequeño trébol o al menos yo lo veo de esa forma.

–David, todo el cielo está lleno de estrellas– solté una carcajada.

–Pero solo esas estrellas forman el trébol que le digo– una pequeña sonrisa se mostró en la comisura de sus labios.

Hace algunas horas que habíamos vuelto del pueblo, hoy solo les había leído muy poco a los niños y como ya se acercaba la fecha de su regreso a clases tenían que dormir temprano para no despertar con sueño y estar somnolientos en sus clases.

David y yo habíamos aprovechado el tiempo para venir a nuestro jardín secreto, nos habíamos recostado sobre el césped para poder contemplar las estrellas.

Él llevaba diciendo hace varios minutos que varias estrellas formaban alguna figura o letra, pero yo solo veía puntitos blancos en un cielo vestido de negro.

–Mi princesa– giro su rostro, hice lo mismo chocando con su mirada que conecto con la mía al instante– ya casi se acerca su cumpleaños– o más bien el día de mi mayor tormento– ¿Algo que quiera como regalo?

Elevó varias veces las cejas con la misma sonrisa de niño pequeño en el rostro, aún no puedo entender cómo es que un guardia que deberia de causar miedo genera tanta tranquilidad y paz dentro de mi.

Jugué con mis manos sobre mi abdomen pensando en algún regalo que podría darme, la verdad con que ese día estuviera conmigo sería más que suficiente pero es más que claro que eso no se lo puedo decir.

–Pues...– hice una larga pausa– una rosa.

–¿Una rosa?– frunció el entrecejo.

–No quiero sonar egocéntrica o algo por el estilo pero ese día me llenan de tantos lujos personas que solo he visto una vez en mi vida y la verdad es muy abrumador– solté un suspiro– y además desde pequeña siempre he querido que me regalen una rosa, una rosa roja.

–Entonces vaya preparando un lugar en su habitación para esa rosa roja que le daré el día de su cumpleaños.

De seguro mi padre ya tiene todo preparado para ese día, me haría una gran fiesta donde las personas de la realeza estarían invitadas, pero antes de la fiesta me habría golpeado hasta cansarse y para mí sería más difícil tener que fingir que no tengo dolor y sobretodo los moretones que dejara y serán complicados de ocultar.

Pero al menos ya se que ese día podré ver a David por muy corto que sea ese momento.

Quizás también el día de mi cumpleaños mi padre de a conocer que ya estoy comprometida como siempre se suele hacer cuando las princesas cumplen su mayoría de edad y sus padres eligen el candidato perfecto para unir la vida de sus hijas con un hombre al que dicen que amaran y respetarán el resto de sus días.

La promesa del amor (Completa ✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora