Melk

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Sergio había comenzado a tener unos sueños muy candentes donde el protagonista de estos era su ahora esposo Max, lo atribuyo a las hormonas descontroladas y que se encontraba en el segundo trimestre de embarazo y hacia casi 2 meses que Max no lo había tocado debido a que su embarazo era de alto riesgo.

En sus sueños el rubio lo besaba con una lentitud que lo hacía derretirse, sentía sus ágiles dedos entrar en su interior ya lubricado uno primero, después dos y al final podía sentir 3 dedos dentro de él abriéndole para sentir la rasposa lengua de Max probando sus jugos. Cuando lo sentía totalmente relajado lo penetraba con destreza mientras masturbaba su miembro haciéndolo explotar en millones de pedazos. Esos sueños se venían presentando desde que Max tuvo que asistir a los últimos GP de la temporada antes del parón de verano,  se sentía tan caliente y deseaba que Max estuviera ahí para que lo ayudara con el problema que ahora estaba entre sus piernas. El sueño cada vez se había más y más vivido sintió la lengua rasposa de su marido pasar por sus abultados pechos llenos de leche para después comenzar a succionarlos y gimió al contacto. Se sentía tan real que abrió los ojos encontrándose una maravillosa sorpresa.

Max había llegado de sorpresa al departamento que compartía con su esposo, habia convencido a Horner de que dejara que alguno de los pilotos de reserva hiciera las primeras prácticas libres para así el poder estar al menos unos 3 días con Sergio antes de tener que volver al trabajo. Cuando la respuesta fue positiva salió volando ese mismo día para Mónaco. Por complicaciones del vuelo había llegado ya de noche y sabía que Sergio estaría dormido así que decidió sorprenderlo, al subir las escaleras escucho unos sonidos muy familiares y cuando se acercó a la puerta vio como su amado pecoso se retorcía de placer llamadolo.

Se acerco y pudo mirar como este estaba jadeando y la playera que cubría su desnudes estaba algo mojada por la leche que escurría de sus grandes pechos. Ese siempre había sido el fetiche de Max y desde que se habían casado había buscado cualquier momento para poder embarazarlo y así cumplir esa fantasía que tenía.


Sergio  se despertó con lentitud, sentía un peso en su pecho y...

S: Ahhh...
Gimió  al sentir la succión a uno de sus pezones y como Max masajeaba su otro pecho.

M: Tranquilo Mijn liefje

S: Max... Ahh para...
Sergio podía sentir como cada succión hacía que su pene se pusiera cada vez más duro. Deseaba sentir la calida y terciopelada boca de su esposo haciéndole sexo oral.

M: Me encanta... Tu leche de aquí.. Dijo mientras tomaba el pene de Sergio frotandolo de arriba a abajo
M: Y tu leche de aquí...

Dijo mientras succionaba nuevamente uno de los pezones de Sergio, arrancándole un gemido salvaje

M: Te juro Sergio que si pudiera tenerte preñado siempre... Lo haría. Me encantaría siempre verte con tu pancita y estos ricos pechos llenos de la más deliciosa leche que jamás he probado. Me excita tanto tenerte así lleno de mi y teniendo a mis hijos.

Sergio sintió que toda la sangre se le fue a la cara y se sonrrojo por las palabras de aquel joven que lo había conquistando desde el primer momento que cruzaron palabra.
Anteriormente había tenido romances con algunos hombres y solia pensar que  era muy experimentado a la hora de tener sexo pero estaba equivocado,  Max era más abierto a experimentar y hacer todas sus fantasías realidad.

De verdad Max era de mente abierta pero dejo en claro una cosa y esa era que jamás metería a un tercero en su relación, solo serían ellos dos y Sergio acepto porque el también se negaba a compartirlo con alguien más. No compartiría ese grande y  rico trozo de carne que Max se cargaba  que lo satisfacía hasta desfallecer.

Max seguía con su labor de succionarles hasta los pecados y Sergio solo atinaba a gemir.

S: Ma...Max!!!
M: Dime pequitas, que necesitas?
S: Yo te necesito a ti, a tu pene dentro de mi.... Ahora

Max río ante lo dicho por Sergio, cuando se trataba de sexo Sergio era muy dócil y siempre accedía a lo que él le pidiera.

M: Amor me encantaría pero tú sabes lo que dijo el doctor, tienes que estar tranquilo y sin esfuerzo alguno. Yo solo quiero que nuestro pequeño Liam nazca sano y que tú te recuperes muy pronto para poder poner otro bebito en tu vientre y seguir deleitándome con la leche que produciras para nuestro siguiente hijo.

S: Max te necesito por favor!!!

Max para calmar la ansiedad de Sergio dejo de succionar sus pechos y lo beso salvajemente mordiendo sus labios para introducir su lengua, cuando dejo de besarlo metió sus dedos para Sergio los chupara y así lo hizo, los chupaba como si de su pene se tratará, Max saco los dedos de su boca totalmente empapados de su saliva y le indico que abriera las piernas, cuando el pecoso lo hizo comenzó con un dedo y luego el otro hasta tener los tres dedos ensalivados en su apretado y goloso agujero. Sergio se sintió en la gloria al sentir como era penetrado por esos largos dedos mientras que Max continúo chupando su otro pecho tratando de sacar la mayor cantidad de leche de este.

Siento ese cosquilleo en el bajo vientre y con un gemido grutural se corrió en su estómago empapando un poco la cara de Max, el cuál solo sonrió mientras se alejaba del pezón de Sergio dejándolo todo colorado.

M: Ya no hay más... Hizo un puchero al sentir que ya no salía leche de los pechos de Sergio.

Sergio soltó la  carcajada al ver la cara de desilusión en su esposo.

S: Mi amor...No soy una fuente de leche.

Max siguió con su cara de desilusión y haciendo pucheros

—Para mí lo eres... Amor

  Max rozó el tierno pezón de Sergio con su pulgar y cogía una gota de leche que había quedado ahí

M: Es tan dulce mi amor, que me niego a desperdiciar aunque sea una gota. Llevo la gota de leche a su labios y lo chupo con devoción. Una duda se anido en el pensamiento de Sergio

S: Oye amor y... Cómo harás cuando nazca tu hijo? Le quitarás su alimento?

Max limpio el semen de Sergio de su pecho y se acomodo a un costado de este rodeando con sus brazos el vientre de su esposo. Dejo un tierno beso en su mejilla y coloco uno de los mechones de su cabello azabache tras de su oreja.

M: Hay fórmulas lácteas especialmente para bebés, creo que podemos echar mano de eso por un tiempo.

Sergio se volteo y lo miro indignado

S: Max como puedes decir eso, la lactancia materna es lo primordial para el recién nacido.

M: Perdona amor es que  soy muy  egoísta como para compartirte... Aunque sea con mi hijo.
Sergio río sabía que no Hiba poder hacer cambiar de parecer a Max.

Los meses pasaron y cada noche Sergio era "ordeñado" por su esposo e incluso le había pedido que comprara un succionador de leche materna para que cuando Max no estuviera Sergio pudiera guardarle la leche que esté producía y beberla en cuanto llegará.

Cuando Liam nació fue el día más hermoso de su vida, con los buenos cuidados que Max le dio a ambos salieron pronto del hospital rumbo a su hogar. Ahí Max siguió con sus amorosos cuidados, cuando Sergio amamantaba a Liam Max salía de la habitación sentía celos de su propio hijo al tener siempre disponible los pechos de su esposo y poder estar siempre ahí.

Sergio se había dado cuenta de esa actitud y una vez que le Hiba a dar de comer a Liam estuvo a Max antes de irse y le mostró su otro pecho rebosante de leche materna.

S: Quieres comer Maxie? Quiere mi bebé alimentarse de su mamá?

Dijo mientras apretaba su pezón dejando correr un poco de leche por su pecho. Max había quedado sorprendido al ver la actitud de Sergio de verdad lo estaba invitado a tomar su leche después de decirle que era solo para su hijo. Dos zancadas fueron suficiente para Max se acercara a Sergio y pasará su dedo por el sensible pezón de este y chupara la leche que salía, pellizco el pezón haciendo que Sergio gimiera de placer y luego abarcó su pecho con su mano mientras succionaba con alevosía ese dulce néctar.

Dios necesitaba volver a embarazarlo para nunca dejar de tomar su Melk.









Melk 🍼Where stories live. Discover now