[CAPÍTULO. 04]

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Ken y Jin salían de la casa de Ken. Jin llevaba una mochila repleta de regalos que había traído desde la ciudad para obsequiar a sus tres hermanos. Al llegar al frente de su hogar, dejó escapar un suspiro ligero y, antes de avanzar hacia la puerta, se detuvo brevemente, repasando algunos recuerdos en su mente.

Ken: ¿Estás bien...? -Dijo mientras acariciaba la espalda de Jin- Si prefieres esperar un poco más... Podemos regresar a casa y volver cuando estés listo. -Expresó con preocupación-

Jin: ... No te preocupes Ken, estoy bien... Solo estoy recordando algunas cosas que preferiría olvidar. -Mencionó, bajando levemente la mirada-

Ken: Jin, no te preocupes... ¿sí? Estoy aquí, contigo. -Afirmó con una sonrisa-

Jin asintió, devolvió la sonrisa a Ken y finalmente reunió el valor necesario para tocar la puerta de su hogar, con Ken detrás de él. Después de unos pocos minutos de espera, la puerta se abrió lentamente. En ese momento, apareció un joven con cabello rubio liso y brillante, de ojos verdes. Era su hermano menor, Kim Hyun-Woo.

Al reconocer a su hermano, Hyun-Woo se sorprendió y gritó de felicidad antes de saltar a los brazos de SeokJin.

Hyun Woo: ¡Hyung! —exclamó contento, soltando algunas lágrimas de alegría—. ¿Qué haces aquí, hyung? ¿Por qué no dijiste nada? —preguntó entre lágrimas.

Bon-Hwa, el otro hermano de Jin, se acercó rápidamente al escuchar los gritos.

Bon Hwa: Hyunie, ¿qué pasa? ¿Por qué gritas? —preguntó preocupado, pero al ver quién estaba con su hermano, se quedó sorprendido—. Pero, ¡hyung! ¿Qué haces aquí? —dijo emocionado, acercándose a dar un fuerte abrazo y comenzando a sollozar levemente—. ¡Te extrañé muchísimo!

SeokJin abrazaba a sus dos hermanos y también sollozaba. Estaba muy contento de volver a verlos, después de haber pasado dos años fuera del pueblo.

Ken, observando la conmovedora escena desde la entrada, sintió una cálida sensación en su corazón. Había oído hablar mucho de la familia de Jin, pero ver la emoción y el amor entre los hermanos le hizo comprender cuán profunda era la conexión entre ellos.

Hyun Woo: Vamos adentro, hyung —dijo limpiándose las lágrimas y tomando la mano de SeokJin—

Los cuatro, junto también con Ken entraron a la casa, donde la atmósfera estaba llena de recuerdos y nostalgia. Las fotos familiares en las paredes, los muebles desgastados pero bien cuidados, todo evocaba una sensación de hogar que Jin había extrañado profundamente.

SeokJin: Chicos, dónde está Young Jae? -Dijo curioso-

YoungJae era el hermano que sigue de SeokJin por lo cual eso  lo convertía en el mayor de los tres hermanos sin contar a SeokJin. Ahora sin SeokJin en el pueblo gran parte de la responsabilidad sobre sus hermanos y la casa caía en YoungJae.

Hyun Woo: Él salió a comprar. -Dijo puchereando- aunque ya esta tardando mucho... Salió hace como hora y media. -Dijo levemente preocupado- 

SeokJin frunció el ceño, preocupado por la ausencia de Young Jae. Si, sabía lo comprometido que su hermano menor era con la responsabilidad que cargaba sobre sus hombros, pero su corazón se apretó con la idea de que a Young Jae le hubiera pasado algo por la tardanza.

Bon-Hwa, notando la preocupación en el rostro de SeokJin, puso una mano reconfortante sobre su hombro.

Bon-Hwa: Seguro que llegará pronto, Hyung. No te preocupes demasiado.

Young Jae era el pilar de la familia en su ausencia, el que había asumido la carga de cuidar de sus hermanos y de mantener la casa en orden. Su ausencia en ese momento significaba más de lo que aparentaba.

Ken observaba la situación con atención, sintiendo la tensión que se había instalado de repente en el ambiente. De repente, se escucho afuera el sonido de una bicicleta siendo asegurada en las vallas de la casa, todos voltearon esperando que Young Jae entrará por la puerta. 

Young Jae lucía agotado pero con una sonrisa en el rostro al ver las bolsas de comida y productos para la casa que tenía en sus manos. Entró a la casa y se quitó sus zapatos en la puerta.

Young Jae: ¡Chicos! ¡Lo siento por tardar! Tuve un pequeño percance. -Dijo tratando de recuperar el aliento. 

Cuando Young Jae volteó hacía el salón observó la presencia de su hermano mayor, lo cual le dejó sin palabras e hizo caer las bolsas. Contento se acercó corriendo a SeokJin y lo abrazó fuertemente empezando a llorar.

SeokJin devolvió el abrazo con una mezcla de alivio y preocupación.

Young Jae: ¡Hyung! ¡No sabía que estarías aquí! -Exclamó, aún abrazado a SeokJin mientras lloraba-  Nos haces mucha falta hyung, mucha! -Dijo en llantos- 

YoungJae solo tenía 17 años, la presencia de su hermano mayor le hizo sentir seguro y aliviado. Younjae tenía mucha presión encima, mucha responsabilidad sobre sus hermanos y la casa, a tan corta edad. Este acto hizo sollozar nuevamente a Jin.

Después de unos minutos de abrazos y lágrimas, todos se sentaron en la sala. Jin comenzó a contarles sobre su vida en la ciudad, sus estudios y las experiencias que había vivido. Sus hermanos escuchaban con atención, haciendo preguntas y compartiendo sus propias historias.

Sin embargo, la llegada tardía de Young Jae había despertado una inquietud en SeokJin. ¿Por qué había llegado tan tarde de hacer la compra? Y más importante aún, ¿qué había sucedido esa mañana que había agitado tanto a su hermano? 

SeokJin: Chicos, ¿dónde están mamá y papá? -dijo confundido-.

Los rostros de Bon Hwa y YoungJae se ensombrecieron. La pregunta de SeokJin tocaba un punto sensible en la familia.

Hyun Woo: Mamá y papá... no están aquí, hyung -respondió con tristeza-. Hace meses que apenas los vemos. Se van temprano y vuelven muy tarde, si es que vuelven.

Bon Hwa: Apenas si nos hablan... -añadió con un susurro-.

SeokJin sintió una oleada de tristeza y frustración. Recordó cómo, incluso cuando él estaba en el pueblo, sus padres eran casi ausentes, siempre inmersos en sus propias preocupaciones, dejando a los hermanos a valerse por sí mismos. Este distanciamiento había afectado profundamente a la familia.

Hyun Woo: Pero ahora que estás aquí, hyung, todo se siente mejor -dijo tratando de animar el ambiente-. Vamos a aprovechar este tiempo juntos, ¿sí? -Dijo y se acercó a abrazar a su hermano-

SeokJin asintió, decidido a hacer que su tiempo en casa fuera memorable para sus hermanos. Prometió a sí mismo que, aunque sus padres no estuvieran presentes, él haría todo lo posible por ser el pilar que sus hermanos necesitaban.

La tarde continuó con risas, historias y planes para ese fin de semana. Aunque la sombra de la ausencia de sus padres persistía, la unión y el amor entre los hermanos Kim brillaba con fuerza, llenando la casa de una calidez que hacía mucho tiempo no se sentía.

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Hola, hola! Hasta aquí el capítulo! Espero que os haya gustado! Muchas gracias por leer! <3

Esperen con ansias el siguiente capítulo! Adios!!

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