Nueva Oportunidad (Snarry) PAUSADA

Celos

Severus

Habían pasado dos meses desde mi llegada a Hogwarts, todo avanzaba tranquilo, hice una buena amistad  con Longbottom al principio me tenía miedo, pero se fue acostumbrando a mi presencia, Granger también era buena compañera de estudio, Weasley mantenía su distancia y se lo agradezco, Ginny dejo de parlotear a mi lado en cuanto el estúpido de Potter tomó mi mano por primera vez, las caricias en mi mano me regresaron al presente, Potter entrelazo nuestras manos por debajo del la mesa, estábamos en clase con la profesora McGonagall.

- Hoy habrá partido de Quidditch, ¿iras conmigo? - susurró Potter.

- No me gusta el Quidditch. - dije tratando de poner atención.

- Matheo, acompáñame. - insistió.

- Pon atención y deja de distraerme. - dije.

Solo hizo un berrinche y se calló, no entiendo cómo terminé de amigo de este idiota, tengo más que claro por la actitud de Potter que no quiere Solo una amistad conmigo, algo que por desgracia no me incomoda, no puedo negar que Potter es atractivo con esa piel morena y esos hermosos ojos verdes que imnotisan, siempre trato de mantener mi distancia con el, pero joder siempre encuentra la manera de tener sus manos encima de mi o de alguna manera restregar su cuerpo con el mío claro según el  por "accidente" maldito Potter, al terminar la clase me prepare para salir.

- Señor Snape, me daría un minuto. - Dijo McGonagall.

- Claro, directora. - dije, McGonagall seguía dando clases a pesar de tener el cargo de directora.

- Luego te alcanzo. - me despedí de Potter.

Tomé asiento esperando a que la directora hablara.

-Me recuerdas tanto a tu padre, jamás imagine que Severus tuviera un hijo, pero es bueno saber que quedó algo de su legado y que el apellido Snape percibirá. - hablo McGonagall.

- Mi padre era un hombre muy reservado. -dije

- Sin duda alguna, dime que carrera te gustaría tener, ¿tendremos otro profesor Snape? - pregunto alegre.

- Me gustas las pociónes, pero no quiero ser maestro, prefiero habría una tienda de pociónes. - comenté.

- Oh ya veo, pero si cambias de opinión aquí tienes un puesto seguro. - Dijo desanimado por mi respuesta.

- Muchas gracias. - dije

- Bueno, no quisiera quitar más de tu tiempo. - Dijo sonriendo.

-Con permiso profesora. - me despedí.

Salí de la oficina, el colegio estaba desierto, Gryffindor y Ravenclaw tenia partido hoy, respire tranquilo al ver que Potter no se miraba por ningún lado, tomé dirección a la biblioteca, quería investigar más sobre la familia de mi supuesta madre, todos era unos chismosos y todo querían saber, después de eso me sumergí en un libro de pociónes.

-Veo que heredaste el amor por las pociónes de mi padrino. - dije Draco sentándose a mi lado.

- Hola, si así parece. - dije sonriendo.

- Malfoy, Draco Malfoy. - saludo.

- Matheo Snape. - lo salude.

- Estoy sorprendido de que mi padrino tenga un hijo. - Dijo

- Mi padre era un hombre muy reservado. - dije.

- Le platiqué a mi madre sobre ti, te invito a cenar algún día, ella fue buena amiga de tu padre. - Dijo

- Claro, me encantaría, talvez en las vacaciones de navidad. - dije

- Me parece perfecto. - Dijo sonriendo.

Empezamos una charla animada, todo parece bien con draco, parece más libre más feliz, creo que la muerte de Lucius hizo que todo lo infeliz y estrés de su vida se fuera y me alegraba mucho por el y Narcissa, entre platicas y risas nos dirigimos al gran comedor, cuando entramos todas las miradas fueron a nosotros.

- Nos vemos luego mat. - Dijo con una sonrisa.

- Adiós draco. - me despedí alegre de haber podido hablar con el.

Cuando llegue y me sente, sentí la mirada de todos los chicos en mi en especial la de Potter.

- ¿Que hacías con Malfoy? - pregunto enojado.

- Platicar, es obvio. - dije aburrido.

- No sabia que eran amigos. - Dijo

- No tenias por que saber. - dije.

- Pensé que me acompañarías a ver el partido. - Dijo aún enojado.

- Te dije que no me gusta. - dije fastidiado.

- Prefieres pasar tiempo con Malfoy. - escupió.

- Potter. - amenace.

Potter se lavando enojado y se fue, decidí comer en silencio algo incómodo por las miradas, después me dirigí a la sala común, al parecer a todos les molesto que estuviera con draco, malditos imbéciles, subí a las habitaciones, me di un baño y me acosté, Potter entró y se dirigió al baño sin decir una sola palabra, apagué la lámpara y me acostó.