010 - UNIDOS

65 10 25
                                    

El domingo desperté temprano, normalmente seguiría durmiendo hasta tarde, pero hoy decidí que iría con Shinju y su familia a la iglesia. No nos hablamos desde la última vez en su casa, así que pensaba ir sólo esta vez. Mis padres aun dormían, pues era demasiado temprano y en domingo todos se levantaban un poco más tarde de lo normal. Salí de casa y justo después de que me volviera para subir al auto, vi como el Jeep Wrangler negro de Shinju se acercaba.
Camine en su dirección, ella bajó el vidrio de la ventanilla y me sonrió como solía hacer siempre.

─Luces increíble hoy ─Sonrío. Me gustaba escuchar halagos viniendo de ella, me hacia sentir muy bien.

─Así es... No puedo ir de forma indecente.

─Y menos al lugar que te vio crecer ─continúa ella─. Sube, vamos juntos ─asiento y subo sentándome en el puesto de copiloto, esta vez no me ayudo a con el cinturón de seguridad, pero podía sentir su mirada en mi, así que la mire, mire sus ojos, sus pestañas, sus cejas, sus labios, sus mejillas casi sonrojadas, el aroma de su auto era como sentir el aroma de su colonia que se sentía a distancia siempre que se acercaba a mi en la universidad, si esta chica era mi novia, era la mujer a la que que llamaba, "Mía" en mis mensajes viejos, tenía que aceptar que era la criatura más maravillosa que mis ojos habían contemplado, era preciosa, en todos los sentidos, pero incluso cualquier palabra para describrir "Hermosa" se quedaba en corta, en comparación con ella, que era divinamente atractiva; mi yo, el yo que estaba dormido en mi interior era demasiado afortunado, no solo por la belleza de su novia, que se encontraba frente a mi, sino, porque Shinju era, o más bien, es, una chica espléndida, excepcional, inteligente y decidida, divertida y sencilla. Y todavía podría nombra algunas de las cualidades que conocía de ella en tan poco tiempo.

─Hola... Hoy me estás mirando más que otros días ─dice ella notando que me le he quedado mirando también.

─Estaba pensando que hoy te ves especialmente hermosa. ─dejo de mirarla.

─¿Eso crees...? ─pregunta suavemente. Nos quedamos en silencio por un momento, asiento.

El camino fue silencioso, pero tenía muchos pensamientos en mi cabeza, repetía cosas sin sentido, hacia ruido, así que en mi cabeza, no había silencio, a veces no sabía como apagar mis pensamientos, no controlaba lo que pasaba en mi cabeza, era así desde que mis recuerdos regresaban uno tras otro de manera desordenada. Podía sentir a mi yo regresando, pero aún sintiéndome como un completo desconocido.

─Llegamos ─esta tan perdido en mis pensamientos que casi no note cuanto tiempo nos tomo llegar, la mire y ella sonrió─. Vamos.

Bajamos al mismo tiempo y caminamos juntos adentro, ahí estaban los padres de Shinju, y su hermana junto a su esposo e hijo. Me saludaron, me hacían sentir como familia, era increíble, se sentía bien ser parte de otra familia que me quería tanto como la mía propia.

─Nos alegra tanto que hayas venido ─dice mi suegra. Sonrío. Me sentía muy feliz de estar ahí también.

─También yo ─digo, expresando lo que siento. Shinju me miraba. Quería mirarla también.

─Nos sentaremos en medio, ¿acompañarás a Shinju? Ella suele sentarse en la segunda fila de adelante. ─asiento a lo que dice la madre de Shin.

─Vamos, quiero que conozcas a una persona ─dice Shinju. La sigo─. Bueno en realidad ya la conoces, y ella a ti, no vio crecer a ambos, pero... Ya sabes y hace un tiempo que no venías.

─¡Hola! Shinju que bueno verte ─la señora un poco más mayor que mi madre la abraza─. Veo que tienes compañía.

─Señora Yoshida, no fija que no lo conoce, sabe muy bien quien es ─dice Shinju.

─Por supuesto que lo sé, ¿Cómo estás Riki?

─Estoy muy bien... Es un gusto verla... ─digo con una sonrisa.

─Supimos sobre tu accidente, quiero que sepas que estuvimos todo el tiempo orando por ti. Todos ─mira a Shinju─. Además esta niña, a estado insistiendo en que lo hagamos tanto como se pueda.

─Se los agradezco mucho.

─¿Cómo va tu memoria? Seguramente te preguntas quién soy.

─Mentiría si digo que esta bien... Algunos días siento demasiada desesperación. He estado yendo con una psicóloga... Aunque no sé que tanto me ayude.

─Sé que muy pronto la recuperarás. Hay que tener fe. No te desesperes ─asiento─. Me alegro tanto de verte, yo los veía a ustedes dos correr por estos pasillos cuando eran solo unos niños, ahora se han convertido en una mujer y un hombre maravillosos, me alegra que estén apoyándose mutuamente. Sean buenos el uno con el otro y cásense pronto, por favor ─Shinju empieza a reír.

─Señora Yoshida ¿qué cosas dice?

─¿Luego de 12 años...? Creo que ustedes están demasiado preparados para dar ese paso ─. Me preguntaba si mi yo anterior deseaba casarse cuanto antes con Shinju. Había muchas cosas que me gustaría saber sobre mis sentimientos por Shinju en ese entonces.

─Hablaremos de eso luego ─Shinju me toma del brazo y vamos a sentarnos.

─¿Supongo que es un tema que ya hemos tocado antes? ─ella me mira.

─Seguro que no quieres hablar sobre eso...

─Me interesa... Quiero saber que quería antes de perder la memoria.

─Si es verdad que nuestra relación ha sido demasiado larga, mis padres incluso se preocupan de que cometamos un error antes de tiempo, así que él matrimonio es la solución. Nosotros nunca lo hemos pensado así, nos queremos casar, como cualquier pareja lo desea en su tiempo, si embargo somos muy jóvenes para eso ¿no?

─No... ─niego─. Creo que tienes miedo.

─No tengo miedo de nada.

─Hace un tiempo dijiste que nos mudariamos juntos, así que no tiene sentido para mí que no quieras casarte ahora.

─No lo recuerdas, no recuerdas nada, ¿bien?, el matrimonio no es algo que me interese en este momento, sino tus recuerdos.

─¿Entonces es mi culpa haber perdido los recuerdos y que no puedas casarte conmigo?

─No he dicho eso.

─Así sonó.

─Oye, este es un lugar sagrado ¿Quieres pelear ahora?

─Creo que es lo mejor que hacemos últimamente.

─Lo siento ¿de acuerdo?

─Dilo como si lo hicieras de verdad.

─Lo siento... Lo siento de verdad, es mi culpa. ¿Soy demasiado egoísta por querer cosas que no puedo tener?

─No, solo sé sincera conmigo, sólo sé tu misma y no fijas no querer algo solo porque yo no puedo complacerte.

─¿Entonces...?

─Solo habla con la verdad, sin omitir ningún detalle.

─Nos queremos casar, es nuestra meta dentro de un año... Hemos estado juntos 12 años... Queremos vivir juntos, adoptar un gato... Pero este accidente nos lo quito todo... nuestros planes... Todo.

─No tiene que quitarnos nada más ─niego─. No hay que perder lo único que nos queda.

─¿Qué cosa? ─pregunta ella.

─Esto... ─la tomo de la mano.

─¿Qué significa eso?

─¿Acaso nos rendimos fácilmente? ─ella niega─. Pues no será la primera vez.

─¿Qué hay de los recuerdos?

─Dejemos que solo lleguen por si solos, Mantengámonos unidos en el proceso... ¿Somos amigos? ─pregunto.

─Lo somos, por supuesto ─sonríe ella.

Otra Oportunidad | NI-KI |Where stories live. Discover now