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  𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 2: 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬.

SU SONRISA LO PARALIZÓ ESA MAÑANA, creyó que era una alucinación por la falta de sueño pero no, era ella. Con sus ojos escarlata flameantes como el fuego, su cabello, ahora tan blanco como la nieve, y su delicadeza. Estaba riendo sola y en cada paso que daba, se elevaba unos centímetros por no saber controlar su felicidad.

Estaba acompañada por dos hombres de negro que mantenían su distancia pero no despegaban su vista de ella, uno recibía llamados muy seguido y el otro solo la miraba a ella y a su alrededor, comprobando que nada ni nadie la moleste.

Sin darse cuenta estaba caminando hacía ella, ahora yacía sentada bajo la sombra de un árbol, cortaba las pequeñas flores del suelo y tarareaba una canción que juraba haberla escuchado con ella en los dormitorios o tal vez en su casa. Caminó más rápido a pesar de los gritos de su amigo detrás suyo quién lo llamaba sin saber a donde se dirigía ni por qué. Éste, creyendo que había visto algún crimen, lo siguió.

Él paró en frente de ella y se arrodilló con lágrimas en los ojos, intentó acercar su mano para acariciar su rostro pero ella se alejó al instante. Se arrastró lejos de él sin despegar su mirada de él, ahora ella también lloraba pero no podía dejar de mirarlo con expresión de horror.

Sus rostros lo decían todo, arrepentimiento, miedo, sorpresa, amor; y ninguno necesitó decir nada más para que el otro entendiera.

Él se veía igual, ahora tenía el pelo un poco más largo y lo tenía atado con una colita. Su traje de héroe estaba mejorado y mostraba heridas recientes en su rostro, cerca de su cicatriz del ojo izquierdo. Sus ojos mostraban ojeras por no haber dormido nada y aún así preferían mirarla a ella en vez de tomar un descanso.

Intentó abrir la boca para hablar pero justo su amigo lo interrumpió.

"OI! ¡¿Por qué carajo sales así Icy-Hot?!" Le gritó el rubio enojado sin entender porqué su amigo habia salido así corriendo de repente, pero bajó la mirada y la vio a ella, también se quedó paralizado. Sus ojos rojos eran inconfundibles y propios de ella. "¿Q–que haces aquí?"

Las palabras temblorosas salieron de la boca de Bakugou sin pensarlo y la lastimaron ¿Por que pensó que la iban a saludar cálidamente como si nada hubiese pasado? No lo merecía.

Akira se levantó con dificultad y salió corriendo al lado contrario donde estaban ellos, huyendo de esas dos personas que tanto la habían apoyado tiempo atrás, Shoto intentó seguirla pero Katsuki lo detuvo e intentó hacerlo entrar en razón. Ambos vieron como ella corría hacía los dos hombres y los obligaba a volver a su auto.

"D–deberíamos seguirlos. Ella... ella es una criminal. Está siendo buscada... ella ¡mató gente!". La voz del rubio se cortaba cada vez más mientras veía como el auto se iba a toda velocidad y movía a su compañero cuyas lágrimas no paraban de salir; el tampoco podía creer lo que estaba diciendo.

Shoto no quería escucharlo, porque no creía que luego de tanto tiempo ella apareciera como si nada en la ciudad. Luego de todo este tiempo...

"¿Que día es hoy?"

Bakugou, que estaba acomodando sus botas para correr tras el auto lo miró confuso, creyó que había perdido la cabeza. Como él no respondió sacó su celular rápido de su bolsillo y vio la fecha.

"Ya es 27, Katsuki." Suspiró y dejó su celular descansar en su mano.

"Oh, eso tiene sentido." Se levantó y caminó tranquilo de vuelta a la agencia sin volver su mirada a la calle por la que el auto había ido.

Ambos sabían que significaba que haya vuelto el día de su cumpleaños 18, le habían dicho en la agencia cuando mandaron un comunicado que de a partir de ese día ella no iba a ser más buscada. No era algo extraño ya que siempre pasaba cuando alguien con poder y dinero era buscado por la justicia, Shoto tenía el presentimiento que lo mismo le iba a pasar a Akira luego de perderle el rastro por más de un año.

❛𝐌𝐔𝐃𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃❜ ᵃ ᵈᵃᵇⁱ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora