"𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐫𝐞𝐳𝐜𝐚𝐬..." - 𝑺𝒄𝒂𝒓𝒂𝒎𝒐𝒖𝒄𝒉𝒆 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂

Tu primer festejo conmigo. (8)

Scaramouche

Ella era una dama hermosa, no era muy alta, pero sí atractiva.

- Kabukimono, ¿No es así? ─La chica me sonrió con calidez, haciendo que mis mejillas se calienten.─

─ S-sí... ─apenas pude hablar, estaba concentrado en admirar cada facción suya, cada movimiento, cada palabra.─

Su cabello se veía hermoso, tenía dos evillas (accesorio para el cabello) en forma de frutilla. Para ser una joven, era tierna e infantil a su manera. Una personalidad única y agradable.

Ella tomó mi pequeña mano, guíandome hacia una cabaña donde en el pasado había vivido con un niño. Solo que ahora, el niño era yo, y ___ era esa jovencita tan hermosa que captó toda mi atención.

Quisiera que este sueño nunca acabara.

Ella actuaba como una madre, o más bien, una hermana mayor.

Diferentes imágenes, donde ella cuidaba de mí, donde yo sonreía genuinamente con solo verla a ella.

Se veía más madura, como si hubiera crecido unos 8 años de dad, sin embargo, ella es como una mariposa. Cuando se va desarrollando, más hermosa se hace.

Pero según ella, era una frutilla mentalmente, y físicamente una chica común.

Tenía el cuerpo de un niño pequeño, pero no me importaba, era un puto sueño. MI PUTO SUEÑO.

- ¡SCARA! ¡DESPIERTA CABEZA DE MEDUSA!

Me desperté de un brinco al escuchar a la ___ de 14 años.

Y la realidad me golpeó como la mierda.

- Ah...hola, feliz cumpleaños. ─Musité sin emoción alguna, frotándome los ojos y volviendo a recostarme en la cama, con intención de volver a dormir.─

- ... ─Ella se quedó en silencio.─

Podía sentir su mirada penetrarme aunque no la pueda mirar.

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Estaba en la mesa, mirándola comer un pastel que ella me obligó a hacer junto a ella para comer juntos.

Era una torta de tres leches, y ella me miró, y después a mi plato con un trozo de torta, incitandome a probarla.

Con el tenedor de al lado, tomé un trozo de torta, llevándomelo a la boca.

Lo saboreé lentamente, disgustando su sabor.

- Mmh...no soy de cosas dulces, pero no lo puedo negar, me quedó deliciosa. ─La observé abrir sus ojos con indignación.─

- ¡¿"TE QUEDÓ"?! NOS quedó deliciosa. ─Solté una carcajada al verla fruncir el seño mientras se llevaba un trozo de pastel a la boca, comiéndolo como si estuviera insultándome en su mente.─

- Sí, me quedó deliciosa, porque lo único que hiciste fue darme apoyo emocional. ─Me crucé de brazos.─

- ¿Y eso acaso no es trabajo en equipo? Sabes que no soy buena para la cocina...

- ___, no sabes ni hacer panqueques, porque la otra vez que te quise enseñar lo quemaste.

- No olvides la parte donde me lo hiciste comer igual.

- No la olvidé...¿Sabía rico? ─Sonreí burlón.─

- ¡CÁLLATE MIERDA!

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