Epílogo

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Minho y Hyunjin eran, de por sí, una amistad sumamente cariñosa

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Minho y Hyunjin eran, de por sí, una amistad sumamente cariñosa. Era muy rara la vez en la que los veías y Minho no estaba acariciando el cuello de Hyunjin, o qué Hyunjin no estuviera sentado en las piernas de Minho. No importa lo que estuvieran haciendo siempre tenían que estar tocándose.

Por eso nadie se mostró sorprendido cuando llegaron caminando, al día siguiente, con las manos entrelazadas.

Hyunjin iba con una sonrisa tímida y la cabeza un poco gacha, saludando en voz baja a quién les hablara. Minho, por su lado, iba mucho más alegre, casi brincando mientras exclamaba "¡Hola, lindo dia!" a todo el que les pasara por un lado.

¿La razón? ¿Qué, no es obvia?

Entraron al aula deslumbrando como siempre, las chicas suspirando cuando Minho les sonreía enérgico o cuando Hyunjin hacia una corta y educada reverencia. Siempre sosteniendo sus manos.

Se reunieron con los demás que los esperaban sentados encima de las mesas, Félix escribía en su celular mientras que jisung, y Changbin jugaban con un balón de basket, y Jeongin estaba sentado encima de seungmin, sólo descansando su cabeza en el hombro de su novio mientras éste le hacía cariñitos en el pelo.

- ¡Hey, Minho! - exclamó Changbin pasándole la pelota. Minho soltó la mano de Hyunjin para atraparla. - Hay un partido de baloncesto hoy en la tarde, ¿quieres?

- Suena bien, pero no puedo. - lamentó devolviéndole el balón. - Tendré una cita con Hyunjin, quizás otro día, amigo.

Todos los presentes emitieron un baaah de decepción.

- Les dije que una vez que se hicieran novios nos dejarian de lado. - dijo seungmin mirándose las uñas.

- ¡Oigan, ustedes querían esto! - rió rodeando el cuello de su novio -novio, ah- con un brazo. - Este niño me prestó su corazón y para ello puso condiciones, yo sólo soy un seguidor cuyo deber es cumplir.

- Yo no te presté mi corazón, tonto. - Hyunjin le codeó, sonriendo. - Siempre fue tuyo.

Minho lo miró risueño antes de dejar un casto beso en sus labios. - Eres precioso, ¿lo sabías?

- No más que tu, Honnie. Pendejo. - susurró besándole de nuevo.

Jisung emitió un ruido de asco.

- ¡Wacala! ¡Basta, deténganse antes de que vomite el Nesquik!

Hyunjin y Minho rieron alto, el último se acercó a jisung con una mueca traviesa.

- ¿Qué, jisung? ¿Extrañas mis mimos?

- Cierra la puta boca y aléjate, Minho, o no respondo. - dijo el castaño, intimidado.

- ¡Príncipito! - Minho se lanzó a abrazarlo por el cuello, pegándose a él cómo si fuera una garrapata.

Jisung comenzó a chillar mientras lo empujaba sin éxito.

- Ayuda, ¡violador! ¡Carajo, lunático, suéltame! - exigió cuando Minho comenzó a restregarse en su mejilla. - Hyunjin, controla a tu novio, mocoso!

EZTRECHEZ ( Hyunho )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora