Capítulo catorce: Psycho killer

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╰┈➤ Arrive...

El canto de los grillos junto con el de las aves nocturnas lo acompañaban en su tan ansiada cazería.

A lo lejos, en la oscuridad del bosque, siendo iluminado tenuemente por la luz de la luna que se filtraba de entre la copa de los árboles estaba su presa, tan indefensa e ingenua, mirando a sus alrededores con temor.

Recargó el arma.

Un tiro, dos tiros, ¡Tres tiros!

Un quejido ronco de dolor por parte del venado y el sonido de pasos.

El cuerpo inerte de la criatura cayó desplomado al suelo al momento en el que las aves salieron volando a causa del escándalo. Saliendo de su escondite, tomó por la cornamenta al majestuoso animal, bajando lentamente a sus orejas, acariciándolas, brindándole algo de compasión antes de sacar el machete que traía consigo y...

¡ZHAMP!

La sangre salió a borbotones, manchando en pequeñas gotas su rostro sonriente.

Una pequeña risa se escapó del risueño cazador, que tomó la cabeza del decapitado animal, viendo como algunas tripas se desparramaban en el suelo y la espesa sangre manchaba sus ropajes. No pudo evitarlo, jugó con algo de la carne del animal, comprobando si era lo suficientemente tierno o hacía falta que le diera pequeños "masajes" para terminar de ablandarla.

Afortunadamente no fue así.

Alastor jugó con la cabeza, arrancándole sus cuernos de un solo tirón ya que no le haría falta la cabeza. Guardó dichas astas en una bolsa mientras que dejaba la cabeza del venado y cargaba su cuerpo malherido por sobre su espalda.

Esta noche se daría un gran festín.

Y quizás le guardaría un poco de carne a su Husky por si venía a casa algún día.

Sin más, se encaminó a la cabaña de madera que se notaba a la distancia, hogareña, imponente y sofisticada. Entró por la puerta trasera, dejando el cuerpo sobre el piso del comedor, estirándose y sacando de su bolsa las astas del venado, que bañadas en sangre por la raíz goteaban por sobre el mesón que conectaba el comedor y la cocina, también dejando sus queridos utencilios sobre dicho mesón.

Se encaminó a cerrar la puerta con seguro, cerrando también las cortinas para tener más privacidad aunque ¿Qué más privacidad podría pedir? Estaba en medio del bosque, en medio de la absoluta nada.

Se encogió de hombros ante aquel pensamiento y simplemente se dirigió al cuerpo del venado, ya que iba a cortar lo necesario y no innecesario lo botaría.

Acomodó sus lentes ligeramente salpicados en sangre fresca con una sonrisa ladina, tomando un cuchillo carnicero y una pequeña pero pesada roca que estaba sobre el mismo mesón, empezando a cortarle las patas delanteras al hervíboro.

Sería una larga noche.






• 🦌😾 •






Chocaron sus vasos de vidrio con fevor, riendo y bromeando sin cesar. Aquel grupo de amigos al fondo del bar, mientras que cierto cantinero suspiraba de vez en cuando, recordando que muy pronto llegaría la hora de ir a ver a su precioso locutor. Las cosas marchaban bien con él y Alastor. Ya habían pasado tres meses desde que formalizaron a escondidas su relación, y vaya, se seguía sintiendo tan mágico como la primera vez.

El hombre cada día estaba más enamorado de su chico de dulces ojos y alegre sonrisa. Oh, sabía que estaba mal idealizarlo, pero la ingenuidad e inocencia de su ser a veces lo hacían pensar que en frente tenía a un mismísimo angel caído del cielo. La ternura de su mirada, lo melodioso de su voz, ¡Incluso cuando se portaba como un completo narcisista! Oh, pero que gracia le causaba verlo alardear tan juguetón que alguien tan perfecto como él solo se merecía lo mejor, haciendo referencia a él. Sin duda alguna, las cosas iban demasiado bien.

¿Y saben qué es lo malo de que todo esté saliendo bien?

El autosabotaje.

Husk, aunque no pareciera, estaba algo paranóico últimamente. Tenía un leve presentimiento de que algo malo iba a pasar, y no sabía si se trataba de cuestiones de su propia mente tan traumada o si en realidad las cosas iban a ser así. De igual manera no estaba de más estar alerta.

Su mirada se dirigió al reloj de pared que indicaba en un lento tic tac que su hora de salida estaba por llegar. Once y cuarenta de la noche. Eso lo hizo sentir un poco más tranquilo, al fin podría ir a casa y tal vez planear lo que hará en la siguiente salida con su enamorado.

Fue entonces que el sonido de la puerta abriéndose le llamó la atención, encontrándose con aquel sujeto que con regularidad venía al bar. El tipo entró con indiferencia y se sentó en el taburete frente a la barra, más en específico al frente suyo.

Ambos compartieron una mirada frívola carente de amabilidad.

—Señor Grimes.

—Henryd —devolvió el saludo secamente.

El de cabellos negros tomó un vaso de cristal y, aún con una expresión amarga en el rostro, se limitó a colocar dicho vaso sobre la mesada de madera bajo la atenta mirada del tipo alto y delgado.

—¿Qué desea beber esta noche? —preguntó con fingido interés y cortesía, viendo como repentinamente el hombre frente suyo esbozaba una sonrisa torcida.

—Oh, Henryd. Tú siempre tan servicial... —sacó de su bolsillo un par de billetes, un fajo grueso de billetes de cincuenta dólares más en específico, dejando estupefacto al bartender—Pero esta vez no vine específicamente por un trago de ron. No. Vine para que respondas un par de preguntas, ya que según muchos, tú conoces a cualquier persona de esta ciudad, y tal vez te ganes una generosa propina, ¿Qué dices?

Husk parpadeó varias veces, intrigado y confuso. Ese sujeto no solía ser alguien generoso con cualquiera, y ese par de preguntas le daban una terrible espina pero, necesitaba el dinero. Aún así debía ser cuidadoso, el hombre podía lucir como cualquier empresario engreído pero en realidad era parte de una de las mafias que habían en Nueva Orleans.

—Depende de qué o de quién quiera saber —aclaró.

Jhonatan rió con elegancia, sacando unos dos billetes de cincuenta del fajo, dejándolos sobre el mostrador.

—Oh, creo que lo conoces demasiado bien...
























































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¡Otro cap publicado! ;D

Los dejo con la intriga de saber porque ando medio ocupadillo JAKJSHDJA

𝗕𝗨𝗧𝗖𝗛 𝟰 𝗕𝗨𝗧𝗖𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora