18✰

34 4 0
                                    

Felipe dió un gran suspiro fuera de la casa de sus padres, tenía mas de cien llamadas perdidas en su teléfono

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Felipe dió un gran suspiro fuera de la casa de sus padres, tenía mas de cien llamadas perdidas en su teléfono. Después de seguro estaba seguro que la casa se convertiría en una zona de guerra, por lo menos había convencido a Blas de que se quedara en el departamento.

Un compañero de trabajo le había prestado su camioneta para que pudiera llevarse las cosas faltantes y no tuviera que rentar un camión de mudanza, lo que le agradeció porque estaba corto de dinero y tenía que economizar lo más posible.

Contó hasta diez y entro.

Después solo hubo gritos por parte de Elena y Enrique, Felipe realmente no quería oírlos.

Que era un irresponsable, que como se iba a ir así como así, qué nada les iba a salir bien, que era un estupido.

Hizo oídos sordos a todo, solo concéntrandose en subir todo a la camioneta.

— Deja de comportate como un niño, regresa a casa Felipe.

— Ya tomé un desicion y no pienso cambiarla.

— Estás haciendo todo esto por alguien que no te merece, si te vas, no vas a recibir ni un peso de nosotros. — Le advirtió Elena.

— No quiero recibir nada, guardenselo les servirá más a ustedes que a mí.

Enrique se quedó quieto en el sillón cruzado de brazos y mostrando resignación.

— Al menos me mantendras informada.

Felipe asintió, pero antes de salir Elena tomo su brazo con fuerza.

— No hagas esto Felipe, está es tu casa.

— Está no es mi casa, es tuya, mi hogar está junto a la persona que amo.

— ¿Y que si resultan no ser tus hijos? Yo estoy segura de que el te está usando.

Felipe negó con la cabeza.

— No lo entiendes, no me case con Blas por los bebes, me case porque lo amo. Aunque no hubieran tales niños, hubiese terminado casandome con el tarde o temprano, da igual si son hijos míos o de Rafael o de cualquier otro, no me importa mientras Blas este conmigo,  es mío, no se lo voy a dar a nadie.

— ¿Que ha hecho ese muchacho para que te portes así? Te ha embrujado.

— Tal vez — Respondió — Se que son mis hijos, respeto a si Blas a tenído un hermano gemelo, solo para aclarar tus dudas y dejes de dudar de el, no, no lo tuvo, pero en su familia hay varios gemelos y Rafael...No importa Rafael, soy suficientemente hombre para mantener a Blas a mi lado, no importa cuántas veces se alla reunido con el después de separarse, una vez fue mi novio lo deje bastante satisfecho como para querer buscar sexo en otro lado.

Miro el color rojo de las mejillas de su madre, antes de que pudiera decir algo hablo.

— Adiós, si alguna vez quieres conocer a tus nietos, las puertas de mi casa estarán abiertas para ti.

— Adiós, si alguna vez quieres conocer a tus nietos, las puertas de mi casa estarán abiertas para ti

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐚 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞  ✰ 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝒙 𝑩𝒍𝒂𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora