mi diario de pensamientos

hasta que deje de contar

Diez era un número muy solitario, que no buscaba compañía, sufría en silencio porque pensaba que su dolor nadie comprendía, pero un día diez se encontró con nueve ella estaba rota casi, igual o peor de lo que diez se encontraba, pero diez sabía lo que eso se sentía y dejarla hecha pedazos e irse no podía, diez se sentó con nueve y nueve le contó lo que sentía, diez la entendió completamente pues era un sentimiento que él a la perfección conocía, diez decidió marcharse y darle su espacio a nueve, diez pasando por un arroyo y vio a alguien morocho, cuando se acercó un poco vio que era ocho, estaba en el lago un poco rabioso, diez decidió acercarse un poco,  diez le tocó el hombro y le preguntó: “dime ocho, ¿que te tiene tan rabioso?” Ocho lo mira y le responde: “es que no tuve un buen día, discutí con mi mamá y me dolió tanto que en más nada pude pensar, no hice mis trabajos y le grité a mis compañeros, porque sentía que era mi culpa que me hiciera la ley del hielo” diez otra vez entendió por completo a ocho, le dijo con palabras cálidas: “no todo lo que pasa es tu culpa, no cargues con un peso tan grande que para nada te impulsa, ocho se sintió mejor con las palabras de diez, diez al ver a ocho más tranquilo siguió con su camino, en el camino escucho por un arbusto a alguien hablando solo, al asomarse vio a siete, que haces ahí decidió pregunta, siete no lo miro solo le preguntó:”¿cómo se puede estar tan roto? ¿Por que me siento tan vacío?” Esas palabras a diez le llegaron al alma, ignoro a siete y siguió su camino, entonces se encontró con seis y cinco que discutían muy fuerte y a un lado se encontraba cuatro que abrazaba a sus hermanito tres y dos tan pequeños, tan ingenuos y cuatro poco a poco se iba alejando, diez ignoró a seis y cinco que no se percataron de su presencia y acercándose a cuatro le dije lo siguiente: no es culpa, tú no eres el culpable de que discutan, a lo que cuatro le contesta: ¿por que nací, Para ser un estorbo? ¿ porque tengo que ser el mayor?Por alguna extraña razón diez tuvo un deja vu, pero ignorando sus pensamientos le dice a cuatro: “jamás será tu culpa haber nacido, ser el hermano mayor, ni mucho menos pienses que no te quieren, eres la razón por la cual tu madre sigue adelante” diez lo abrazo y se marcho.diez se detiene en un hermoso ataradecer donde se encuentra a uno, uno le pregunta de repente: ¿por que estas llorando? Estas sufriendo por algo? Diez inmediatamente limpia las lagrimas de su rostro y en su mente solo suena: ¿Por que estoy llorando?¿lloro por que me identifique con cada caso?¿lloro por las preguntas de siete? ¿O simplemente lloro porque al pasar cada vez más me di cuenta de lo mucho que estoy hecho pedazos?...