*°𝑫𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒄𝒕𝒂°*

*° 9 °*

Rachel

Debo haber escuchado mal.

—Perdón... ¿Qué fue lo que dijo?

Padre e hijo enarcan una ceja.

«¡Dios!» Este señor no cambia y si llegara a hacerlo estoy segura de que sería para mejor.

—Estoy seguro de que escuchaste a la perfección, James.

Me pongo de pie de forma abrupta caminando de un lado a otro. Zeus se inquieta siguiéndome el ritmo y me tomo dos segundos para tranquilizarlo.

—Mamá está alterada, cariño, pero tú debes estar tranquilo ¿si? —ladra en respuesta y se echa en una esquina de la oficina, muy obediente.

—¿Qué mierda le hizo al perro? —inquiere Alex en dirección de su primogénito que observa complacido la interacción entre su perro y yo. Ni lo esconde el muy cabrón.

—No lo sé. Pero lo jodió desde hace mucho.

«Como a tí, amor» El pensamiento me lo guardo para mí.

—Usted debe estar jodiéndome, señor —jugueteo con las mangas de mi enorme sudadera—. Quiere que sea...

—La novia de Christopher, sí. No hay mejor candidata que tú teniendo en cuenta toda la historia que tienen —abro los ojos como platos mirando mal al hijo—. Christopher se ha negado a pagarle a alguna mujer de una agencia para que cumpla con el papel y hemos tenido una posible persona para ocupar ese puesto antes que tú, pero con tu llegada no hay que darle más vueltas.

Enarco una ceja «¿Posible persona?»

—¿Me está diciendo que soy su última alternativa? —mascullo.

—Si hubieses estado aquí en el momento en el que todo se dió, no lo hubieses sido ni de cerca, pero ahora estás y no voy a desaprovechar eso —es sincero.

Me froto las palmas contra el rostro. «Tanto que procesar» Además está la actitud extraña de Christopher, sospecho que es para que acepte ser su novia frente al foco público y eso solo me hace rabiar. Los Morgan son sumamente poderosos, es cierto que no debo estar en su contra, así que siendo aliados los tendría de mi lado en cualquier situación que se presente.

—Acepto —en su rostro se visualiza la victoria—. Pero con una condición.

Regrese, sí, pero aún más cuidadosa, y dispuesta a ganar cualquier partida en la que me encuentre.