Me desperté por varias cosas, primero estos rayos de sol golpeándome directamente en la cara y segundo un peso inusual que sentí sobre mí. Comencé a mover mis manos mientras tocaba un peso extraño sobre mí... qué es esta cosa suave y sedosa... Me pregunté mientras abría los ojos. Vi a Rio literalmente abrazándose a mí, mi cerebro simplemente dio una jodida voltereta hacia atrás cuando sentí que mi cara se calentaba. La miré durmiendo pacíficamente con una expresión de satisfacción en su rostro, aunque rara vez tiene esa cara sonriente... Yuzu, no. No. No. Organiza tus cosas, necesitas ayudarla. Este no es momento para admirarla más de lo que ya lo haces.
"Rio" dije sacudiéndola suavemente.
*sin respuesta*
"Hey Rio" dije nuevamente sacudiéndola, esta vez también miré el
reloj.¿7 am?..... necesito levantarme. RÁPIDO.
"Ehm Ehm...Rio" dije un poco fuerte aumentando un poco la fuerza de mi sacudida, aunque aún suave.
¿Adivinen que funcionó? Cuando la vi fruncir las cejas antes de que se abrieran. Abrió los ojos y miró a su alrededor, miró mi cara y luego sus manos para darse cuenta de que estaba abrazada a mi pecho.
Ella inmediatamente se levantó y se quedó quieta.
"Lo siento mucho Yuzu, no me di cuenta cuando-" comenzó a decir. Me reí entre dientes al verla ponerse completamente roja.
"Está bien, no te preocupes jaja. De todos modos, ¿qué pasa hoy? No puedes ir a la escuela, ¿verdad?" Yo pregunté.
"Supongo..." respondió ella.
"No hay problema, puedes quedarte aquí. Iré a preparar algo para el desayuno y cuando regrese prepararé algo para el almuerzo. Puedes entretenerte con la televisión o los juegos" dije levantándome de la cama.
Tomé mi uniforme y me dirigí al baño dejando a Rio en la cama. ¿Qué debo hacer...? Tal vez necesito ir a hablar con ese Rio en la escuela. ¿Quizás sean diferentes personalidades de la misma persona? No sé qué hacer, pero... todo lo que sé es que necesito ayudar a Rio, como sea que pueda.
Después de ducharme, me puse la ropa y salí mientras olí algo que venía de la cocina. Tras la inspección, descubrí a Rio cocinando algo y una mirada más cercana reveló un omelette. "Oye, no tenías que cocinar. Eres un invitado", sonreí.
"Está bien... no quiero quedarme sentada sin hacer nada..." respondió ella.
"Entonces Rio, ¿alguna idea de qué pudo haber llevado a esta separación de ustedes en dos cuerpos?" Yo pregunté.
"No lo sé... pero el otro parecía estar haciendo lo que yo nunca haría", dijo.
"¿Como?" Yo pregunté.
"Mantener ese peinado, no usar mis lentes... tomarme selfies", dijo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
