Capítulo 8. parte 2.

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**Capítulo 8: parte 2**.

-Bien, supongo que se estaban tardando mucho -dijo Werner, mirando los cuernos nuevos que adornaban la cabeza de Hiroshi, quien iba a tocárselos, pero un manotazo de Zero Two lo detuvo-.

-Si no quieres que se tuerzan, no los tocaría tanto -dijo Zero Two con un poco de humor, al ver un rasgo tan infantil en su compañero, que comparaba sus cuernos rojos con los de ella-.

-Eso simboliza que tus células al fin han logrado asimilar las células de los Klaxosaurios. Quitando de la ecuación ese otro extraño ADN y el origen de los nanobots, ya eres más como el código 02 -dijo el anciano mientras guardaba una muestra de sangre de Hiroshi en un maletín blindado y con un avanzado sistema para mantener las muestras por largos periodos.

Frunció el ceño al ver que le faltaban varios viales. El miro por encima de su hombro cómo los dos jóvenes discutían maneras de un cuidado adecuado de los cuernos. El científico gruñó internamente.

-¿Pero a dónde fueron a dar? ¿Quién se los llevó? De ninguna manera he olvidado guardarlas. No soy tan senil... no todavía -murmuró el anciano mientras miraba sus muestras y dejaba escapar un suspiro al notar que una muestra importante también había desaparecido.

Dudaba mucho que fueran Hiroshi o Zero Two. Aunque tenían conocimiento de esos viales, serían más directos con sus intenciones o métodos, como destruir todo el maletín de muestras directamente. Además, ellos no tenían la necesidad de tomar muestras, siendo ellos mismos muestras vivientes.

Eso dejaba la incógnita de quién se los llevó y cómo logró traspasar su sistema de seguridad. Esto debria tener un caso de investigación, pero sería silencioso para no alertar al raptor.

En eso se percató de que no escuchaba ruido y alzó la vista para ver que esos dos se habían ido, dejándolo solo.

Eso le facilitó las cosas y rápidamente se movió hacia las computadoras y desde ahí accedió a las cámaras de seguridad, comenzando a buscar cualquier anormalidad.

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Ikuno se sentó en el suelo mientras observaba las imágenes del anterior escuadrón 13. Ella no pudo evitar fruncir el ceño. Solo encontró este lugar por el mero hecho de que aún estaba algo empoderada por el enlace que tuvo con Hiroshi. Cuando regresó, estaba aún eufórica y con la suficiente cordura como para saber que sus compañeros no la pudieran ver así. Fue mientras vagaba en la casa que notó cosas que antes no; supuso que era un efecto secundario, que sus sentidos estuvieran más agudos de lo que debería.

Pero lo notó: una extraña disformidad en la pared. Sin importarle en ese entonces las consecuencias, investigó la anormalidad y encontró el cuarto oculto y con ello la verdad.

Miró la foto de nuevo, una copia perfecta de otro grupo de adolescentes posando frente a la casa. El mismo número de chicas, el mismo número de chicos, las mismas posiciones, las mismas sonrisas que tenía su escuadrón cuando se tomaron la foto que decora ahora la sala.

Ella miró otras cajas repletas de pertenencias de los otros equipos que estuvieron antes que ellos. Realmente sintió que todo el entusiasmo que tenía se le enfriaba mientras, con cada cosa que leía y observaba, aprendía la verdad.

La chica apretó los puños mientras veía una imagen y otra, y otra. Todas iguales: el día de arranque, la presentación, la felicitación de "padre". Todo era lo mismo, una mentira para mantenerlos en la ilusión de que eran especiales. No lo eran.

Ella miró las fechas entre cada imagen y sintió su estómago hundirse. En un lapso de dos años, un escuadrón tuvo un envejecimiento notable. No era tonta; antes no le había dado importancia, pero ahora sí.

Fanfic Novelas: Solo soy un nerd, darling in the franxxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora