Mi Rosa

3 0 0
                                    

                              Se fué

Recuerdo cuando te conocí, lo lamento. Estabas ahí frente a mí y yo no te vi.

"Qué hermosa eres, eres perfecta", dije. No era más que una rosa, parecida a cien mil rosas más, pero yo la hice mía.

Yo la quería así, con todo lo bueno que no veía y con todo lo malo que decía tener.

Era mi rosa, mi hogar, mi lugar seguro.

Mi rosa y yo solíamos hablar de lo que nos iba a pasar.

"Eres el amor de mi vida."

"Te amo."

"Tú y yo nos casaremos."

"Eres perfecto."

"Es que yo te quiero así."

Cuando mi rosa floreció, me dijo "te amo". "Yo también te amo", respondí.

Todo se nubló, éramos mi rosa y yo, nada más.

"Qué bella", dije. Nerviosa, mi rosa respondió "gracias" con su voz suave y temblorosa.

Nos vimos a los ojos y mi rosa sonrió, y yo también le sonreí.

Pasamos horas, días, meses hablando de lo mucho que nos pudimos amar.

Mi rosa era atenta, fiel, bondadosa y bonita; era como una rosa normal, solo que mucho más especial.

Era mi rosa de ojitos verdes, voz suave y mirada cálida.

Era.

Luego se empezó a marchitar; las esperanzas y el amor dejaron de existir.

Mi rosa se fue...

Y comprendí que no soportaría la idea de no oír nunca más su risa. Era para mí una fuente en el desierto.

"No era más que una rosa, parecida a cien mil rosas, pero yo la hice mía y ahora es única en el mundo."

Latidos De Amargura Where stories live. Discover now