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🌸

—Eso es todo por hoy Hyunjin —Hablo la enfermera —Cualquier cosa me avisas ¿Si? —Sonrió y salió de el cuarto.

Los ejercicios que hice hoy me dejaron exhausto. Maldecí internamente cuando me acordé de que me había tragado antes de empezar las galletas que dejo el doctor Lee, me hubieran caído muy bien después de tremendo dolor.

Ahora las piernas podía moverlas pero no recargarme en ellas, ósea, no puedo pararme todavía ¿Es un avance?

Hablando otra vez de comida, para mi suerte ya casi caía la hora del almuerzo, yo ya me encontraba desesperado por este. Y como si dios oyera mis plegarias, justo tocaron la puerta.

—¡Pase! —Grite.

La puerta se abrió lentamente, dejando a la vista una pequeña niña de cabellera rubia que llevaba una bandeja.

—¡Le traigo su comida! —Hablo emocionada mientras dejo esta misma a un lado de mi camilla —La enfermera me llamo para que te la trajera.

—Muchas gracias... ¿Cual es tu nombre Pequeña? —Pregunté tratándole de hacer plática.

—¿Mi nombre? Es Ryujin señorito ¿Gusta que le traiga algo más? —Sonrió tiernamente.

—No, es todo, muchas gracias Ryujin —Le devolvió la sonrisa.

La pequeña salió corriendo y cerró la puerta. A mi parecer muy tierna.

Revise mi comida que estaba en la bandeja, realmente se veía muy deliciosa... ¡Espera! ¡¿Ryujin?! ¿¡Esa no era la hija de el doctor Félix!? Estuve a punto de escupir la comida al percatarme de eso. ¡No se parecía nada en el! Bueno... no tenía pecas ni el cabello negro, yo con eso lo doy por hecho.

Seguí comiendo mientras pensaba, habían unas pocas cosas que aclarar. Primero que nada, si tiene hija, así que descartamos que me está mintiendo, manipulándome con eso, pero, quien sabe, tal vez no es su hija y si me está manipulando.

Después de terminar mi comida, toque el timbre para que vengan por el plato, porque claramente no lo iba a dejar ahí y como si fuera arte de magia apareció la pequeña rubia de nuevo.

—¡Hola otra vez señorito! —Saludó la niña mientras entraba corriendo a la habitación —¿Que quiere?

—El plato —Sonreí —Te lo puedes llevar.

—Oki —Tomó el plato y antes de salir se volteó hacia mi —Me gusta tu color de cabello, se ve bonito—Me señaló con uno de sus dedos.

—¿Enserio? Muchas gracias —Dicen que los niños son las personas más sinceras —Oye Ryujin ¿Puedo hacerte una pregunta? —La pequeña rubia asintió —De casualidad ¿Tu papá es Lee Félix?

—Si —Asintió varias veces con la cabeza.

Sonreí ampliamente y le di el visto bueno para que se vaya. La niña era muy tierna y linda, realmente Félix no exageraba cuando hablaba maravillas de ella.

Era muy lindo por fin conocerla, pero me hubiera gustado que el Doctor Lee me la presentara.

🩰

Deje mis pendientes de lado y fui en dirección a la sala de descanso, quería supervisar a mi hija, que llevaba rato sola.

Al entrar vi a esta com un plumón rosa dibujando algo. Me acerque lentamente a ella.

—¿Que haces Ryu? —Pregunté sentándome a su lado.

—Dibujando —Respondió como si fuera lo más obvio de el mundo.

El dibujo eran los trazos de una niña de ocho años con color rosa, pero en estos, de podía alcanzar a ver una cara con cabello largo y una agradable sonrisa.

—¿A quien dibujas? —Pregunté con una sonrisa.

—A un hombre que vi hoy —Alce la ceja.

—¿Como?

—¡Si papi! Hoy ayude a la enfermera Brit a entregarle comida a un hombre de cabello rosa ¡Parecía un helado de fresa!

Pensé un poco, y al instante la imagen llegó a mi cabeza, no pude evitar sonreír.

—¿Y cual es su nombre? —Pregunté aún sabiendo la respuesta.

—¡Ay! no se lo pregunté... ¡Enseguida vuelvo! —Con eso la pequeña salió corriendo de la sala de descanso.

La seguí desde atrás, viendo como corría emocionada, al parecer le había caído bien o algo así. Ryu suele ser muy imperativa igualmente.

Y yo no pude evitar sonreír bobamente al ver la entrar a la habitación en donde estaba Hyunjin y que mi hija hablaba emocionadamente con este.

No estuvimos mucho tiempo ahí, pero bastó para poder percatarme de lo cálido que se sentía estar a lado de dos personas que amaba.

No estuvimos mucho tiempo ahí, pero bastó para poder percatarme de lo cálido que se sentía estar a lado de dos personas que amaba

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Watafak la perspectiva de Félix. Casi no me gusto como se conocieron la Hija y el Jin pero así se queda pavos.

Yo ahorita ando 📈📈📈📈

Ámame de verdad -LixJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora