Heaven Tonight [Kirk Hammett]

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Kirk's Pov 

Era una mañana relativamente serena,  me encontraba solo con Michelle en casa ya que los chicos se habían ido a buscar algún lugar para poder tocar, quizás algún bar. Mientras tanto ayudaba a ordenar la casa que por cierto, era gigantesca... Al menos para limpiarla. 

No iban a venir niños este día ya que la danesa pensaba descansar de tanto ajetreo y la comprendo, se la pasa trabajando, es un descanso merecido y muy corto para lo que merece. Estabamos solo ella y yo y lo tomé como una posible oportunidad para acercarme más a ella, aunque después de aquella pesadilla que tuve ella estuvo rondando vagamente por mi mente me preocupaba ciertamente aunque fuera muy poca la interacción que ambos teníamos, Michelle hablaba más que nada con Cliff, él parecía empezar a sentir cosas por ella, lo que me puso un tanto celoso, sin embargo no opiné ni me opuse, mucho menos lo pienso hacer directamente. 

Justo ahora estaba terminando de limpiar, iba a pasar a su cuarto a preguntarle si necesitaba ayuda con algo más ya que sorprendentemente tenía más energía de lo usual y estaba presto a ayudar con lo que ella necesitara. Me asomé por la puerta entre abierta de su habitación y lo primero que pude observar fue una silueta semidesnuda; parecía un pervertido, lo sé y de mi no es nada propio un acto como este, pero ¿Como no quedar idiotizado ante tal belleza? Su piel palida estaba algo mojada, su cabello estaba húmedo, debía estar saliendo de la ducha y obviamente no salía como yo, recién bañado parezco un poodle mojado, pero ella era la perfección en su máximo esplendor, no pude evitar mirar aquel escote que se veía tan provocativo con el sostén negro que llevaba, sus curvas parecían las de una guitarra y por un momento las quise acariciar sin gentileza alguna. Si de por sí ya me sentía casi hipnotizado, soy un caballero y lo que hacía no era apropiado y lo sabía, pero la carne es débil... y la mía ante ella lo es demasiado, así que antes de empezar a tener alguna reacción involuntaria me hice detrás de la puerta para darle 2 toquecitos suaves, pero lo suficientemente fuertes para que ella supiera que la buscaban del otro lado de la puerta. Dos minutos, tal vez tres bastaron para que ella saliera ya con su ropa normal, y aún así el calor en mis mejillas no bajaba.
 

- ... Hey, es que terminé de ordenar, no sabía si necesitabas algo más, puedo ayudar. - Mencioné aún algo nervioso, estaba actuando como un virgen que nunca ha visto a una mujer desnuda, que vergüenza. Sin embargo sabía que ella no sabía, y no quería que supiera o me diría algún insulto como los que le dice a James cuando intenta coquetearle. Ella me sonrío de una forma dulce y cálida, carajo, entiendo porque se relaciona tan bien con los niños ahora, su simple esencia emana tranquilidad, ¿Han visto Matilda? Bueno, Michelle es una clase de señorita Miel.

- Ay muchas gracias, realmente necesitaba ayuda... Pues no, creo que no, solo debo llevar unas cosas al ático y estará todo bien. ¿Me podrías ayudar con eso? ¡Prometo pagarte con..! Chocolate caliente y unas galletitas. - La ví reír  luego de decir eso, sus mejillas estaban sonrojadas, parecía apenada, ¡Apenado debería estar yo si pidiera algo a cambio! Nos daba posada casi de gratis porque aunque Lars prometió que ayudaríamos, por supuesto que no lo hemos hecho, no como corresponde, aunque su propuesta no sonaba nada mal.

- No tenía problema desde un inicio, pero ya que me ofreciste..- Dije haciendo una cara de picardía, por lo que ella soltó una risa y asintió. Mantuvimos una conversación corta sobre donde debía dejar las cosas, me mencionó que encima de un piano, ¿Acaso tocaba? No lo sabía pero aún no tenía el derecho de ser metiche y preguntar... Lo haría después.... ¡Comiendo las galletas obviamente! Soy un chismoso empedernido, no esperen menos. Luego de agarrar las cajas llenas de cosas que al parecer eran libros,  subí al ático, y en efecto, me encontré un piano de cola hermoso, gigante y notablemente de una madera dura, encima tenía algunas partituras hechas a mano, revisé varias y pude notar que no tenían autor, debían ser temas propios aún no sacados, claramente no entendí nada, soy guitarrista, leo tablaturas y las partituras las uso para sonarme los mocos. 

Después de alzar mi mirada noté que no solo había  un piano, había un violín y un cello en lo más profundo del lugar. Las partituras tenían polvo, debían llevar mucho tiempo ahí, y aunque soy muy curioso e iba a echar un vistazo, fui interrumpido al notar que Michelle estaba subiendo, y al encontrarme con una de las partituras en mis manos puso una cara indescriptible. 

- ¿Qué  haces con eso..?

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Bueno tardé y lo admito, estuve ocupada y apenas tengo computador nuevamente, ¿Saben lo tedioso que es escribir desde un celular? JAAJAJ. Si notaron algún error POR FA DIGANMELO QUE ESTOY EXHAUSTA Y ME NIEGO A LEER TODO DE NUEVO. Besos

- Mary