Amarras (2Min) (SHINee)

viii

Choi Minho era al menos 10 centimetros más alto que Lee Taemin, era más fuerte y de si, muy agresivo, así que tomó del pelo y lo arrastró escaleras arriba.

Dejame – Taemin quiso gritar, casi arrastrandose por las escaleras – sueltame!

Cierra la puta boca – Minho gruñó y lo atrajo y lo puso contra el barandal, apretandole la mandibula – si abres la boca, juró que asesinó a ese gato de la foto y te traigo su cadaver...

... - Taemin trago duro asustado – si...

Ven aquí – dijo Minho llevandolo a otro cuarto – esté es mi cuarto... vamos a adelantar la filmación

Lo tiró sobre la cama, que era más simple, era blanca y algo grande...

Taemin cayó contra un costado de la cama, cuando se puso de pie, quiso huir gateando por arriba de la cama, pero Minho lo atrajo y dejo su cuerpo de la cintura para arriba colgando de la abajo, dejando su lindo trasero a su disposición.

Siempre esperé este momento – dijo Minho prendiendo una camara que estaba en un tripode.

Pero sin dar play a la grabación, se quito la corbata y amarró las manos de Taemin sobre su cabeza.

Me que me harás – Taemin estaba asustado.

Sé que es tu primera vez – Minho buscó en un cajón, tanto un preservativo, como lubricante – seré suave... para que lo disfrutes también...

Buscó un frasco rosado, levantó a Taemin, y entré pegarlo a su cuerpo, lo hizo tragarse 2 de esas pastillas y que bebiera una botella de agua con rapidez, cuando lo logro y Taemin cayó a la cama de nuevo, boca arriba.

¿Qué me hiciste tragar? – preguntó Taemin sintiendo calor en su estomago y una pequeña erección.

Viagra femenino – dijo Minho dandole una nalgada con fuerza – tienes el trasero más bonito de toda la industria...

Para por favor – Taemin estaba con un calor incontrolable – no me hagas esto...

Solo sera un poco, un ensayo – dijo Choi prendiendo la grabación – lo disfrutarás...

Minho levantó el qipao, y bajando la ropa interior hasta los tobillos de Lee, luego, se abrió los pantalones, dejando al aire su miembro.

Desde que saliste con Want, empezé a tener fantasias contigo – gruñó Minho.