SHADAZE: AMOR DE COLEGIO

Cap 18. Hacer nuestros deberes

Narra Knuckles

Shadow se fue a buscar a Blaze, los chicos y yo nos fuimos en nuestra propia dirección, en busca de las morras chidas que el payaso de Shadow nos prometió, hasta ahora hemos visto chicas lindas, pero nada impresionante.

—Carajo, debo decir que es una vista deprimente —quejó Scourge.

—No exageres, mamón, apenas llevamos minutos en esta fiesta.

—Hablo en serio, Knuckles, si me hubieran dicho que solo habría morras de tercer nivel ni habría venido, hubiera ido a mis lugares de siempre.

—Ya es tarde, ahora concéntrate o no hallarás ninguna chica.

—Si, sí, lo que tú digas.

—¿Y qué me dices de ti, Knuckles? Me sorprende que todavía no hallas ido detrás de Rouge —comentó Tails.

—Sereno, moreno, debes actuar tranquilo y relajado, no debes ir al juego, debes esperar que el juego venga a ti.

—¿Desde cuándo eres un maestro de las frases piteras? —se burló Mephiles.

—Cómeme los huevos, con esa actitud tú tampoco te levantarás nada.

—Bla, bla, bla, deja de balbucear, yo tengo un plan de verdad, si Shadow dijo la verdad y habrá morras de tercero aquí, tenemos que buscarlas a ellas, son las que probablemente estarán a nuestro nivel.

—Suena a un buen plan —dijo Silver— Probablemente ya estén ebrias a este punto, eso nos ayudará a convencerlas y podremos tomar ventaja.

—¿En serio? Acabamos de llegar, la fiesta apenas empieza ¿Y crees que ya hay gente ebria a esta hora? —cuestionó Tails.

—Se nota que no conoces a las chicas de tercero, amigo.

—Como sea, andando, no quiero que sigan poniendo excusas, actúen de una jodida vez.

Recorrimos la fiesta, tema aparte, el ambiente era una locura, como se esperaba de una fiesta de Rouge, esta casa era simplemente espectacular, a nadie le sorprendería que los padres de Rouge fueran unos narcos o algo por el estilo, sólo así se podría explicar esta enorme casa.

Llegamos al patio trasero, vimos un grupo de personas, entre las cuales estaban Rouge y Cream, así que los chicos y yo nos acercamos a ellas y les platicamos un poco.

—Hola, hola, chicas.

—Ey, Knuckles, si llegaste —dijo Rouge mientras me abrazaba— Creí que no vendrías.

—¿Cómo crees? No podía faltar al cumpleaños de mi chica especial.

—Jajaja si tú lo dices.

—Hola Cream —saludó Tails a la conejita.

—Hola Tails, veo que viniste junto con los amigos de Knuckles.

—Claro, no íbamos a perdernos esta fiesta.

—¿Y Sonic y Shadow? —preguntó Rouge.

—Se fueron por su lado, sabes que cada uno tenía un "asunto" por atender.

—Jajaja es verdad, claro, entiendo.

—Pero bueno, tu fiesta es excelente, eh, todo está muy animado.

—Lo sé, sin la ayuda de las chicas y de esos dos erizos no habría quedado tan bien, me siento satisfecha con el resultado.

—Si que te trajeron muchos regalos eh —dije mientras veía la mesa con la montaña de obsequios sobre la misma.